Mereces un amor que te rompa los miedos, que sea digno de ti: sin reservas, real, duradero, comprometido, fuerte, comprensivo, leal. Mereces un amor que contribuya a tu libertad, que sepa ser el aire bajo tus alas y la tierra buena y fecunda sobre tus raíces. Mereces un amor que no se mude, uno que nunca deje de ser.
Mereces un amor sin horarios y sin espacio para terceros. Mereces un amor que aprecie la quietud de tu silencio, que no te exija nada, que te acepte, que reconozca tu valía. Mereces un amor que entienda que tu pasado no le pertenece, que reconozca el privilegio de estar en tu presente y que anhele construir junto a ti un futuro.
Mereces un amor que no te quiera perder, que no te hiera intencionalmente y que no tarde en perdonar. Mereces un amor que te haga sentir con vida, que te inspire a crecer, que te rete; un amor por el cual luchar, un amor que despierte no sólo pasión, sino también respeto y admiración. Mereces un amor que te traspase, que sea capaz de llegar a los rincones más fríos y oscuros de tu alma, uno que no se quebrante ante tus miserias, uno que sea capaz de cubrir tus faltas.
Mereces un amor que disfrute tus locuras, que soporte tus crisis y procure calmar tus enojos; un amor que no pretenda cambiarte, que te deje ser, que te motive a soñar y que crea en ti. Mereces un amor sin excusas, generoso, paciente, bondadoso, con límites sanos, maduro y firme.
En pocas palabras: mereces un amor a tu altura.
Autora: Selene Mota
Corolario: amor propio.
Está bien que cojas cosas bien escritas de otros, sólo que tú escribes mejor.
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