jueves, 28 de febrero de 2019

Siete


Lo llamo Siete cariñosamente, porque lo hace más cercano y entrañable, pero quizás prefiera el nombre habitual que suele ser Dios, Divinidad, Fuente, Universo…el Ser de los mil nombres. El Ser Original. En la charla con Paz era “Observador 7”, como si estuviésemos hablando de las capas OSI, lo cual le da una estructura y un sentido, lo hace comprensible y abordable. Espero saber transmitirlo.

El observador 7 (“Siete”) es el inicio de la creación, es el Todo. Es completo, inabarcable, infinito. En él no hay espacio, ni tiempo. Pero 7 decidió que quería conocerse, y para ello se dividió, porque solamente es posible conocerse por observación y comparación. Esto lo cuenta también Neale Wash en su libro “Conversaciones con Dios”, aunque no he terminado de leerlo, así que no puedo decir si hay muchas diferencias en sendas descripciones. El caso es que Siete, decidió partirse en dos mitades, para poder experimentar la separación y conocerse. Dio lugar a dos principios creadores (tiempo y espacio), cuya interacción dio lugar a un campo de posibilidades.

El observador 6 es el campo de posibilidades o campo de potencial, que es como un campo de recursos, un hipermercado de elementos y factores.

El observador 5 es una estructura lógica formada con los elementos de 6, conforme a una receta. 5 es una parte de 7. Aquí está el ego. 5 es una información compartida en un campo de posibilidades. 5 es quien mueve los hilos de los cuatro cerebros, conforme a través de los programas que tenemos y el árbol. Lo que hacemos en la terapia es cortar esos hilos para que baje nueva información.

El observador 4 es un diseño. Aquí entramos en el concepto de “cerebro tetrauno”, que es como una variante del “cerebro triuno”, aunque los elementos son los mismos. Son cuatro partes del cerebro dedicadas cada una a una función, cada una a una velocidad distinta.
Cuatro es el neocórtex. Se relaciona con el territorio y la identidad, con la expansión. En terapia estamos desmontando el diseño, lo que genera un conflicto de identidad.

El Observador 3 es la corteza cerebral o sustancia blanca. Se relaciona con la competición y la comparación. Se relaciona con los pensamientos y la capacidad de análisis.

El Observador 2 es el cerebelo. Relacionado con la protección propia y la externa. Relacionado con las emociones. Nos ayuda a establecer una conexión con el otro.

Finalmente, el Observador 1: el tronco cerebral, encargado de la supervivencia, de los mecanismos de ataque-huida, relacionado con los aspectos más físicos del cuerpo. Es el observador de nuestra biología, y el que tiene una acción directa sobre los mecanismos del cuerpo. Se relaciona con las sensaciones del cuerpo: hambre, sed, frío…

Los cuatro cerebros funcionan interconectados y actúan a velocidades diferentes, siendo el observador 4 el más rápido y el observador 1 el más lento. Cuando cambiamos, estamos haciendo una ampliación de territorio. 4 es el que primero se mueve, porque es más rápido, y los otros tres tienen que acompasarlo (o no) a su velocidad.

Los cuatro cerebros tienen la misión de mantenernos con vida, y no necesitan de nosotros para ello. Ellos solamente necesitan oxígeno. Nosotros no somos los cuatro cerebros, somos la información de un campo compartido, pero necesitamos de ellos para poder estar en este mundo.

La información siempre va de arriba abajo, desde el neocórtex al tronco cerebral. El ejemplo de la mosca: una mosca se aproxima a nosotros y se activa el neocórtex por la invasión de nuestro territorio. El neocórtex, activa la corteza cerebral para que evalúe el peligro. La corteza activa el cerebelo, produciendo una emoción asociada a la mosca (miedo, por ejemplo). El cerebelo activa el tronco cerebral, que realiza una acción.
Pero también hay un movimiento ascendente de la información.

Cuando 7 se dividió, también creó una gran distorsión, porque creó la imperfección. 7 solamente quiere experiencia, quiere cometer errores para poder corregir y evolucionar. Todos los errores informan a 7. Vivir es experimentar el error y la distorsión. El propósito de la vida, por tanto, es proporcionar experiencias a 7. La parte de 7 que está en nosotros quiere hacer cosas.
Por la noche, los cuatro cerebros se apagan y se produce el intercambio de información entre 5 y 7. La información va de 5 a 7, y 7 envía nuevas configuraciones a 5 que bajan después a 4.
En ese momento, es cuando podemos pedir a Siete que se encargue de todo aquello que no podemos resolver. Es rendirse a que no podemos hacerlo todo solos y que tenemos la humildad suficiente para pedir ayuda. 

Y Siete responderá.

domingo, 24 de febrero de 2019

Ávalon


De vuelta en la isla de las manzanas. No pensé que regresaría tan pronto, pero los impulsos surgen así, espontáneamente y de improviso. Éste surgió en plenas Navidades, cuando estaba más sedienta de aventuras y actos irracionales. Luego en frío, me entra cierto temor anticipando el futuro y las posibles situaciones: ¿seré capaz de hacerlo? La respuesta es sí.

Es una de las paradojas de mi vida. Estoy acostumbrada a viajar por trabajo, yendo a sitios de lo más recóndito, y sola. Y todavía me sigo planteando si puedo hacer viajes sola por ocio. No hay mucha diferencia entre unos y otros, pero anímicamente lo suponen. Estar sola no es un problema para mí, aunque preferiría compartir el viaje con gente, pero vista cuál es mi actual situación, me temo que voy a tener que hacer muchos viajes en solitario en el futuro. La recompensa es una forma de satisfacción de saberte capaz.

Febrero no es quizás el mejor momento para viajar, pero tampoco lo pensé mucho. Ir al norte significa que habrá pocas horas de luz y que la tierra aún estará bajo el manto invernal. Hay menos gente, también es verdad, lo cual hace disfrutar los sitios de otra manera. Pero cuando llegué a Inglaterra el tiempo no era tan desagradable como cabría esperar, y las primeras flores empezaban a lucirse. Snowdrops y crocus, fundamentalmente, aunque también había narcisos. Me encantan los narcisos. También había muchos pájaros, fundamentalmente mirlos, cuervos, petirrojos y carboneros. Me gustan las aves, pero soy más de mamíferos, y sin embargo, en este viaje son las aves las que más han captado mi atención. He estado muy sensible a sus movimientos entre los arbustos en busca de comida, a sus cantos, a sus colores y a sus movimientos. ¿Qué puede significar? Ha sido increíble ver a los cuervos volar aprovechando el aire intenso del Tor, contemplar sus maniobras de aterrizaje perfecto, dejarse llevar por las corrientes...

Ávalon es un lugar muy especial, aunque no sabría describir bien por qué. No solamente es el paisaje, que es como un mar de campos verdes infinitos (al menos es la vista desde el Tor), sino que hay algo allí que la hace única. Supongo que será la energía telúrica, que se siente muy fuerte en toda la zona. Para mí, la energía es especialmente fuerte en la zona de la abadía, donde serpentean y se entrecruzan las líneas de María y Miguel. Sigo sintiendo más fuerte la línea de María, la vertiente femenina. A ratos es intensa y embriagante, como si hubiera tomado una copa de más que se me hubiese subido a la cabeza. La energía se siente en el cuerpo, lo cual es mucho decir para alguien tan mental como yo.

Precisamente es ese aspecto mental uno de los que más he descubierto en este viaje. Cuánto tiempo me paso pensando y racionalizando, tanto que soy incapaz de sentir y percibir nada más. La mente es como ruido que atonta el resto de sentidos. Normalmente es un ruido al que estoy acostumbrada, pero en este viaje ha sido tan molesto, que la he tenido que mandar callar para que me dejara conectar de otra forma. Necesitaba sentir mi cuerpo especialmente y las sensaciones que llegan a través de los sentidos, el tacto, fundamentalmente. Callada la mente, he podido disfrutar mucho más de cada rincón del lugar.

La primera vez que viajé a Ávalon, en agosto del año pasado, no tenía una idea preconcebida de lo que iba a ver y experimentar allí. Fue un viaje muy puro y que me regaló muchas experiencias. Esta segunda vez ha sido diferente porque ya no es un viaje vírgen y sí, había expectativas. He tenido que luchar contra esto también para poder apreciar el viaje. El mensaje de Nuhmen fue como un toque de atención: "ábrete a la experiencia". Sí, se trata de eso, de recibir lo inesperado, en vez de forzar lo que crees que tienes que vivir. Por ello, la subida al Tor ha sido muy diferente a la de aquella primera vez donde vi mi vida anterior. Pero no puedo decir que haya sido menos mágica, porque fundamentalmente la he sentido a ella, a la Diosa, a través de sus plantas, de sus animales, de sus caminos ondulados, de su aire...todo el paisaje exuda a Ella. Y me llega su mensaje:  "no necesitas aprender nada, todas las respuestas están ya en ti. Eres una guardiana del conocimiento".

Por el trabajo de Imbolc de la Espiral, ahora estoy trabajando con Cabar Sul, diosa de las aguas termales y del canto. Pero estaba invocándola cuando se presentó Brigid y me lo impidió: "Aquí me invocas a mí". Brigid es muy fuerte en Ávalon, y más en estas fechas, su tiempo. No encontré una diosa niña inocente, sino una doncella guerrera. Menudo carácter, menudo poder. Y así me di cuenta de que estaba forzando mi conexión con la Diosa. Yo quería conectar con un aspecto infantil, porque creo que es un trabajo personal que tengo que hacer en relación con mi niña interior, pero quizás no es la energía para mí. Quizás yo necesito conectar con las diosas de la batalla, por lo que sea. De hecho, en mi visita al templo de la Diosa conecté con Morrigan, otra diosa guerrera. Me sorprendió porque no estamos en su estación. Y ella me dijo: "mis colores son el rojo y el negro. Rojo por la sangre y negro por la batalla. Todas las batallas son oscuras, especialmente las que se libran en nuestro interior. Prepárate para la batalla". Y se quedó tan ancha. Pero no hace falta que me lo diga, yo siempre estoy preparada.

Quizás el sitio que más me gusta de Ávalon es el White Spring, el del manantial blanco. Es más famoso y apreciado el Chalice Well, el del manantial rojo, pero yo me siento mucho más integrada en aquél. Se trata de un templo dedicado a tres deidades: el dios astado, la diosa oscura y a Brigid. En el centro hay una serie de albercas que recogen el agua del manantial y la canalizan, pero parte de ella se desborda e inunda el suelo del templo y sus altares. Tiene una luz muy tenue debido a las velas de los altares y la escasa luz natural que entra en el lugar. Sé que no es para todos los gustos, pero a mí me encanta. Me siento muy a gusto allí dentro y podría pasarme horas con los ojos cerrados. También me di un baño en las aguas frías del manantial. Creo que es la primera vez que me baño desnuda delante de tanta gente, pero no me importó, porque hice lo que quería hacer.

Cada una de las deidades tiene un altar especial, donde poder pasar un rato con ellos. En el altar del dios astado hay un mayo cubierto de cintas, y se accede a través de un portal de madera. Allí había una chica cantando al dios, con una voz preciosa. Me senté a su lado sintiendo la energía de su melodía.
El altar de la diosa oscura es más incómodo, porque parece simplemente una hornacina donde se sientan una señora negra y su hijo. Recuerda a la virgen de Guadalupe. Es el altar más expuesto.
Y luego está el espacio de Brigid, bajo un techo de ramas cubierto de cintas, con un gran candil en el centro. Es un lugar muy especial. Yo nunca había tenido mucho contacto con las diosas doncellas, pero desde el año pasado, me siento más vinculada a Brigid. Miré el cuadro que preside el altar, que muestra a Brigid y su fuego. Y entonces me di cuenta que ese fuego se relaciona con el segundo chakra, nuestro centro de la creatividad y la creación, y entonces supe que es allí donde reside la niña interior, que es la parte de nosotros que tiene todos los recursos y todo el potencial.

Me habría gustado pasar más tiempo en el White Spring, pero tiene unos horarios muy malos. En general, al menos ahora en invierno, todo cierra muy pronto, a las 16:30, con lo que no hay mucho que hacer pasada esa hora y cuando llega la oscuridad. Recogida en mi hotel, me he pasado un buen rato del tiempo leyendo. Estoy con la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo, y prácticamente me he fusilado el segundo libro en ese fin de semana. Por supuesto, en Ávalon la energía te sostiene, y se reducen las ganas de dormir y de comer. La vuelta a Madrid es un mazazo brutal.

Creo que lo único que me ha quedado por volver a ver son a Gog y Magog, los robles milenarios. Bueno, y el cementerio, que todo el mundo dice que es muy mágico, pero no he encontrado el momento de ir. Todo lo demás lo he cubierto: la abadía, el Tor, el Chalice Well, el White Spring, la capilla de María Magdalena, el Espino Sagrado, el templo de la Diosa. Compras he hecho, pero no como la vez pasada, he estado más comedida, o más tacaña, no sé. Ahora tengo que dejar que la energía se asiente. Dos días no son equiparables a diez, supongo  que la procesaré más rápido en esta ocasión. Ahora regreso a las diosas íberas, aunque no puedo evitar sentirme atraída por las diosas celtas, que han sido mis orígenes. Morrigan y Brigid, ¿qué queréis de mí?

Ávalon, volveremos a vernos.

viernes, 15 de febrero de 2019

Oppy


Se llama "Opportunity", pero era conocido como "Oppy", uno de los rovers enviados a Marte para explorar este planeta y enviar información a la Tierra para analizar. Su viaje se pensó para 90 días, pero terminó durando 15 años. Algunos lo llamarían "instinto de supervivencia".

Oppy estuvo solo todos estos años cumplendo su misión científica, incluso mandánonos algunas imágenes bellas, como la del atardecer en Marte, que a mí particularmente me pareció impresionante, porque era un punto de vista totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados aquí abajo.

Quizás por ser un robot pareciera que está mal desarrollar sentimientos de empatía por él, pero como alguien que es medio animista, puedo sentir mucho cariño hacia él, incluso llorar como una magadalena por su marcha. Por ejemplo, me parecía algo muy tierno, y muy triste a la vez, que se cantara el cumpleaños feliz cuando llegaba la fecha de su onomástica. Lo programaron así, pero refleja una absoluta soledad con la que me puedo sentir muy identificada.

No menos triste fue su despedida: "My battery is low and it’s getting dark". Es la frase de alguien que sabe que va a morir solo y observa cómo el mundo se apaga a su alrededor, sin nadie que lo acompañe. ¿Solo y con miedo? Sí, también con eso puedo identificarme.

La muerte de Oppy posiblemente ocurrió el mes de junio de año pasado, atrapado en una tormenta de polvo. Se intentó reanimarlo, pero no ha sido posible, por tanto, lo dan por finalizado. Ahora se ha convertido en basura espacial, abandonado en el lejano planeta. No es el trato que merece un "héroe".
Al menos, recibe reconocimiento y cariño en las redes.

Gracias, Oppy.

martes, 12 de febrero de 2019

Friend or Foe

"Al trabajo no se va a hacer amigos". No sé dónde oí esa frase, pero es una máxima que he seguido en la mayoría de los trabajos que he tenido. Quizás a una evitadora como yo le sirva además para tener una excusa que le impida profundizar más en las relaciones con sus compañeros. Por lo que sea, siempre me he dedicado más a mi trabajo que a mis relaciones sociales en el trabajo. Sin embargo, con eso de que el roce hace el cariño, inevitablemente se terminan creando ciertos lazos de mayor o menor cercanía, incluso a algunos podría llamarlos "amigos".

La gente va y viene, y algunos permanecemos. Es en este grupo donde guardo un puñado de personas más cercanas por las que siento más aprecio. Jaime es una de ellas.

Nos conocemos desde hace varios años, desde que ambos coincidiéramos en el grupo de seguridad, más tarde reconvertido en el mercado de servicios financieros. Nuestra relación siempre fue buena. Jaime es un buen chaval, una persona agradable de trato, incluso entrañable, aunque un tanto expansivo. Recuerdo que a Carlitos lo ponía negro con su parloteo, hasta el punto de que le dio el nombre de "Capitán Pánico", porque todo lo que le pasaba en los proyectos lo radiaba como si estuviese embarcado en una gesta heroica. Había aquí un tanto de marketing por su parte, intentando quedar como un tipo dinámico, capaz, resolutivo y carismático. Ni tanto ni tampoco, diría yo.

La trayectoria de Jaime ha sido curiosa porque terminó siendo el eterno "deputy" en el sector de Homeland. Yo creo que le encantaba ese título, tener un estatus que le diferenciara del resto del grupo, aunque era un título más oficial que oficioso. Tuvo muchos problemas con otros compañeros del sector porque estos no reconocían su autoridad; le cuestionaban constantemente y no le pusieron las cosas fáciles. Hubo también algún enfrentamiento más o menos sonado, que tampoco ayudó a que las cosas mejoraran. Y he de decir, que tampoco Pedro gestionó adecuadamente la situación.

Hace unos meses, Pedro abandonaba ARI, el mercado se fragmentaba, y defenestraban a Jaime, que pasó a ser uno más en el sector. Jaime se sintió totalmente humillado y se cabreó enormemente con Pedro por el trato recibido. En cierta forma, pienso que sintió que el contrato psicológico no se había cumplido, y no le quito razón en parte de esa forma de pensar. Pero, en mi opinión, no ha gestionado bien la situación, y mucho menos la emoción. Ahora se siente tan mal, que solamente desea abandonar el sector, y solamente tiene un destino en la cabeza: ¡venirse a mi grupo!

Está obsesionado con esta idea, que me parece malísima. Jaime nunca fue un buen gestor, ni tuvo gusto por las actividades administrativas, por no decir que siempre fue un poco señorito para asumir algunas. Y, precisamente, es ésta la característica principal del grupo: somos un grupo al servicio de otros, y debemos tener una vocación de servicio, que creo que él no tiene. Por otro lado, considero que su fuerte es el networking, ya que tiene una facilidad especial para entablar conversaciones y relacionarse, algo que a él le encanta. Como diría Crisis: pajarear y viajar. En mi grupo va a perder todas esas cosas que a él tanto le gustaban: se acabaron los viajes, las asistencias a conferencias, acudir a foros especiales, el mandar sobre gente...Él dice que eso no le importa, pero yo sé que no es cierto. Joder, que es un eneatipo 3.

Desde que hace campaña, me viene contactando de cuando en cuando para ver sus posibilidades, e intentar camelarme. Yo, cada vez, intento hacerle ver que mi grupo no es el sitio donde él debería acabar, no solamente por él, sino principalmente por mí. Mi responsabilidad es hacia mi grupo, y no creo que sea el mejor candidato. No lo veo para nada. De hecho, es esto lo que me tiene dividida internamente: por un lado, siento que no estoy ayudando a un amigo, pero por otro lado, debo buscar lo mejor para mi grupo. Y para mí.

Como no lo veía claro, comenté con mi jefa la situación, y ésta ha considerado que lo mejor que podía hacer era ofrecerle un proyecto en cliente en el departamento de consulting. Nada que ver con nuestro departamento, ni culturalmente, ni en ritmo, ni en tiempos, ni en exigencias. La propuesta ha debido acojonar un tanto a Jaime, que pronto expresó su deseo de permanecer en nuestro departamento, incluso en el sector de Homeland, por a disgusto que se sintiera en él. Todo por no acabar en consulting. Ahora tiene pendiente una charla con nuestra directora para explicarle su posición, intentando que ella no se quede con una impresión equivocada sobre él.

Por ello, quiso hablar conmigo ayer, para conocer un poco el contexto de mi conversación con ella. Accedí a hablar con él, aunque sabía que la conversación no me iba a gustar demasiado. Y pronto llegó el reproche: le habría gustado que no hubiese sido yo quien mencionara el tema a nuestra directora. En parte tiene razón y está en su derecho en expresarlo (me parece hasta sano), pero olvida que yo soy una jefa de mercado. Simplemente le dije que había obrado como consideré que tenía que hacerlo. No le pedí perdón y no me justifiqué más. Yo no tengo que explicarle mis actos.

Pero el acabose fue cuando hizo una especie de amenaza, advirtiéndome que cuando hablase con nuestra directora, iba a decirle que quería venirse a mi grupo. Le animé a que lo hiciera, porque está en su derecho a exponer sus intereses como él prefiera, pero no me gustó el tonito con que lo hizo. Y mis sentidos arácnidos aumentaron su intensidad. Si antes tenía dudas, ahora tengo muchas menos.

No sé muy bien cómo va a cerrarse este tema, porque hay muchas posibilidades. Una es que, efectivamente, tenga que hacerle un hueco, pero no me va a gustar. Y tengo que tener cuidado en cómo manejo la situación, para que esto no acabe en un caso de mobbing. Y el caso es que temo que pretenda llegar al grupo como si se trata del desfile triunfal de los emperadores romanos, queriendo tener un estatus especial y unas condiciones más favorables que otros. Y por ahí tampoco.

domingo, 10 de febrero de 2019

Agresión

En mi vida nunca he sufrido una agresión sexual, gracias a la Diosa. Lo más parecido fue el incidente con el mendigo de París, y está bastante lejos de ser categorizado como tal. No suelo pensar mucho en el tema, excepto cuando aparecen las noticias los casos de mujeres violadas, abusadas, o asesinadas, y en general puedo decir que no tengo miedo de salir a la calle y que no he desarrollado las estrategias que otras mujeres, algunas bastante próximas, han creado para poder sentirse seguras.

Hoy, sin embargo, he sufrido una agresión sexual en sueños. Bueno, tampoco. Porque me he despertado antes de que se consumase. Pero ha sido un sueño bastante vívido y, por tanto, no ha sido nada agradable.

En mi sueño, me asaltaba un hombre que se parecía bastante a Chazz Palminteri: un hombre de unos cincuenta años, moreno, fuerte, y sobre todo, un hombre con la creencia de que puede tomar todo lo que se le antoje simplemente porque es él. Quizás acostumbrado a eso, quién sabe.

Yo conocía a ese hombre de antes, pero mi relación con él había sido de desviación. Parecía como si en algún momento yo le hubiese dado pie a creer que quería un encuentro sexual con él, pero en realidad siempre había sido una táctica disuasoria para quitármelo de encima. Ahora, sin embargo, venía a cobrarse la pieza.

Antes de abalanzarse sobre mí, he tenido la arrogante idea de pensar que podría manejarlo, pero pronto me he visto superada físicamente. Intentaba zafarme inutilemente. A pesar de todo, mi mente se mantenía clara, buscando las posibles escapatorias, pero me tenía fuertemente aprisionada con su cuerpo.

En un momento he visto que su garganta quedaba expuesta, y recordando las clases de defensa personal, he pensado que podría golpearla para tratar de dejarlo sin aire. Eso me daría una oportunidad para escapar. Sin embargo, en el momento preciso, he dudado, por la ilógica idea de que podría matarlo, y he golpeado de una manera muy poco eficaz. Era la oportunidad que necesitaba y la he desperdiciado. Por mi mente ha cruzado la idea de "No se puede dudar", y entonces he perdido la esperanza. Justo ahí me he despertado.

¿Por qué un sueño así? No lo sé muy bien. Quizás porque está de plena actualidad, con una serie de casos más o menos alarmantes. También porque hace poco, en la Espiral, cuatro mujeres del grupo (cuatro de ocho) reconocieron abiertamente haber sufrido casos de abuso cuando eran más jóvenes, todas ellas a manos de personas de cercanía. Fue bastante impresionante escucharlo.

Y un sueño que llega justo antes de escuchar el audio de Iriome, relatando el acoso que está sufriendo por parte de un hombre que conoce, y que va en escalada porque ella no quiere nada con él.


Está en el Incosciente colectivo, pero seguramente está también en el Inconsciente familiar. ¿Cuántas de nuestras ancestras han pasado por algo similar? Recientemente he sabido que mi propia madre sufrió una especie de episodio en el ascensor de su edificio. No llegó a nada, pero debió ser bastante desagradable. ¿Fue antes de que yo naciera? ¿Es posible que ese recuerdo me lo haya transmitido? ¿Hay otros casos en la familia que ignoro?