jueves, 28 de mayo de 2020

La mirada

"¿Qué eres?", me preguntó él.
"¿Qué quieres que sea?", le respondí yo.
"¿Qué quieres ser?", me insistió.

En realidad, ¿qué importa lo que yo quiera ser si a los demás no les vale?

En mi vida desempeño diferentes roles y en cada uno no solamente tengo una máscara distinta, sino que la gente me percibe conforme a lo que ellos quieren o necesitan de mí: hija, hermana, jefa, amante, amiga, alumna, sacerdotisa... Cada persona me moldea en su imagen conforme a la idea, expectativas y necesidades que tienen de mí. Es la mirada del otro.
¿Aceptarían algo diferente que no fuera su mirada? ¿Algo más holístico e integral?
¿Hasta qué punto quieren o pueden aceptarme completamente?
¿Hasta qué punto quiero o puedo mostrarme o compartirme completamente?

Y no se trata de dar la imagen que el otro espera (quizás también), sino de una adaptación al medio. Es comportarse conforme al rol, que no deja de ser un conjunto de etiquetas y una visión parcial de la persona.

Pero yo soy más que un único rol: soy todos a la vez, y mucho más.
Paz decía que uno de mis trabajos personales consistía en mantener la coherencia identitaria en ellos, como si al jugar en cada uno me hubiese fragmentado. Aspiraba a que yo no compartimentalizara, pero me parece algo suicida. Además, la esencia no está al alcance de cualquiera, la esencia hay que ganársela.

Al final solamente la Diosa me tiene por completo.



martes, 26 de mayo de 2020

Yo menstrúo


Una de las formas de empoderamiento más directas y tangibles es recuperar la soberanía sobre nuestro cuerpo y honrar nuestros procesos. Cómo mujer cis uno de los más significativos es la menstruación.

Siempre un tabú, siempre un estigma, siempre un recordatorio de mi condición de vulnerabilidad y debilidad, a lo que yo misma contribuía ocultándolo durante muchos años para cumplir con el sistema productivo, para intentar ser un ser asexual, para ser como un hombre.

Pero ya no.

Ahora reclamo mis ciclos y mis fases, reclamo el rojo de mi sangre de muerte y también de vida, reclamo la limpieza energética de mi caldero, reclamo mis calambres abdominales, el herpes que viene con la bajada de defensas, los cambios hormonales que me conducen a refugiarme en el interior de mi cueva a reposar en mi invierno mensual.

Lo reclamo todo porque todo es mío y es parte de mí, y me siento plena con ello.

viernes, 22 de mayo de 2020

Manifiesto (Vivi Lavive)


"Declaro soberanamente  que estoy harta de tanta instrucción, toda la santa vida oyendo a cualquiera decirme qué hacer, qué votar,  comer, decir, probar,  qué no hacer.

Los modernos maestros de la espiritualidad limitante, que si no respiras, que si te pongas el bozal, que no pienses, que si sientes, que si esto y lo otro, que si te centres, que sí que no. Un desvarío.

Hoy me declaro persona y  mujer soberana, humana y grandiosa, responsable de cada uno de mis pasos, mujer que ama y se duele por igual, mujer libre de ser, libre de vivir y de morir a lo que ya no quiero, mujer que confía.

Hoy suelto todas las manos que por guiar, empujan, y a todos esos cuerpos sedientos de atención los abrazo y les devuelvo su fé.

No busco iluminarme.

No busco una mierda.

Estoy aquí donde estoy con todo lo que soy, abierta en canal, sostenida por esta Tierra que tanto amo, con todos, y desde aquí retomo mis saberes ancestrales, lo que hice de siempre: hablo con el bosque, hablo con el cielo, entiendo el lenguaje del sentimiento.

Soy consciente de mi poder y con esta humildad  me declaro libre de todo y soy una y grande con todo lo que en este Universo late.

Una con todo lo que late.

El amor es una elección, no un final de camino o algo por encontrar, tú eliges.

Yo elijo amarme cada día, con fuerza, amar mi bendito cuerpo.

Amarme en el descuido.

Imagino todos los mundos posibles y bendigo todas las posibilidades.

Amo mi mente errante.

Amo mi presencia, amo mi ausencia.

Amo el ser impuro y oscuro  y también cristalino y verde que hay en ti, en mí y en cada cosa que creamos.

Me libero de todo y me permito ser tal como soy en cada momento.

Yo me cuento mi cuento, mi propia narrativa.

Me invento los destinos y los mapas, sé lo que me sana y lo que me enferma, sé cómo amar la vida en todas sus esquinas y en todas las esquinas de la gente, veo potencia donde otros ven maldad y reconozco el talento con sólo mirarlo.

Nadie se queda atrás.

Yo no me abandono."

martes, 19 de mayo de 2020

Semana 10

Día 70. Cómo me gustan los números redondos, que para mí son los que acaban en cero o en cinco. Seguro que es parte de mi TOC, como el de atribuir género a los números (el 1, 3,5,7,8 son masculinos para mí, 2,4,6 y 9 femeninos), pero son esas pequeñas nimiedades que hacen que el mundo cuadre, aunque no tengan ninguna lógica.

Acabo de escribir un texto para una propuesta y me siento muy orgullosa de mí misma de haber sido capaz de nombrar cuatro tecnologías diferentes sin ser experta en ninguna. Estoy por darme una palmadita y decirme: "pero qué buena soy". De paso me he puesto al día con los temas de identidad, que no toco desde hace varios años, con el concepto de self-Sovereignty identity. Y me parece tan de Epona...Para que luego digan que los dioses no tienen que ver con la tecnología. Siempre que pienso en tecnología me acuerdo de Brigid.

Esta semana está siendo muy de Epona. Creo que el Venus retrógrado tiene mucho que ver con esto, aunque a diferencia de otras posiciónes, la de Géminis no está siendo tan dura. ¿Quizás porque tener la luna en este signo? Estoy viendo muchos patrones, patrones no demasiado bonitos, y es más la sorpresa que el enojo o la tristeza lo que siento al verlos. Tengo que intentar que la culpa no se entrometa, porque también he descubierto que es una de las emociones más habituales, y es por ella que muchas veces he hecho cosas que no debería. Trabajar estos patrones no es fácil, pero es pero haber cedido el poder a otros para que te manipulen y te humillen. Así que en parte estoy contenta por mi progreso, aunque solamente esté al principio del proceso.

Siempre parece que se esté al principio del progreso. A veces esto puede ser un poco frustrante. A veces lo veo como una carrera de fondo que no tiene meta al final. Pero bueno, tras una vida llega otra, y así estamos en continua evolución.

Creo que parte del cambio de esta semana está en haber decidido no rendirme a mis patrones. Eso o que me estoy amoldando a esta situación frenética. Nunca he tenido problemas con los cambios mentales de paradigmas, requisito imprescindible para mi trabajo, pero había olvidado mi capacidad para hacerlo. Esta semana siento que la carga no ha descendido, pero la manejo mejor. La malabarista ha vuelto. ¿Cuántas pelotas soy capaz de sostener en el aire?

Y por si fuera poco, he decidido que esta semana era un buen momento para el optimismo, y he reservado una habitación en una casa rural para el verano. Creo que me pueden mis ansias de viajar. Tengo numerología 9: viajar está en mi ADN. Quizás esas ganas han nublado mi juicio, pero ahí está esperando mi reserva. Y mientras la normalidad va cambiando y adaptándose. Esta mañana he visto un bar abierto y me he comprado café para llevar, porque me ha entrado antojo del bar de cafetería. Hoy no pegaré ojo, porque hace meses que no pruebo el café, y la teína ni se le aproxima. También he visto que la heladería de la avenida ha abierto sus puertas, así que en breves caerá un helado de turrón de Jijona. Las bibliotecas abrirán pronto y poco a poco se irá moviendo todo. Por un momento me recuerda al cuento de "La Bella Durmiente" saliendo de su letargo. Poco a poco, pero sin pausa. Porque la vida llama a la apertura y la expansión. Se siente la energía en el aire, se siente en el cuerpo.

Hoy hablaba con una amiga de la situación en Perú, donde las medidas de cuarentena son draconianas. Llevan casi 3K muertos y casi 99.5K de infectados en una población de 33M de personas y una densidad de habitantes de 25 por km2. Allí tienen dos problemas: el coronavirus y el hambre. No hay subsidios ni ayudas a la población, así que ante la perspectiva, se arriesgan a contagiarse. No se habla mucho de Perú en las noticias, donde parece que solo existieran España, Italia, USA, UK y China. A mí me gusta cerrar el día consultando las cifras y las gráficas de evolución actualizadas, especialmente la herramienta que ofrece el Financial Times, que además permite comparar países dos a dos, así como el análisis de John Burn-Murdoch. Hay otras fuentes, pero a mí me gustan éstas. El aspecto gráfico también es importante para captar mi atención (porque mi VAK es visual). Hace poco vi las gráficas de Bangladesh. ¿Quién habla de Bangladesh? Nadie, Bangladesh no existe, y por tanto, sus cifras tampoco cuentan. Me parece triste.

A veces es mejor no pensar mucho ni a muy largo plazo porque la incertidumbre en el largo plazo es más difícil de gestionar, sobre todo emocionalmente. Me he propuesto mirar un poquito solamente para no perder perspectiva y porque lo que promete el futuro para mí no es lo más halagüeño. No sé si tengo que prepararme para ello o es mejor dejar correr mi ceguera. Dije que lo atendería, pero no encuentro el momento. La procastinación me puede. La procastinación es el opio del miedo.

Y mientras voy haciéndome experta en flores y palomas. No sé quién decidió que eran un buen símbolo para la paz. Las mías son voraces y pendencieras, sobre todo una, Roger, una paloma asidua y bastante territorial que no comparte con nadie la comida. Eso sí, es preciosa. Estoy aprendiendo cosas. Por ejemplo, no les hace mucha gracia las semillas de lino y parecen tener también toque de queda, que es antes de que empiece la cacerolada de las 21h. ¿Por qué esa hora? Quizás sea la hora de ir a dormir en la naturaleza. No creo que lo adivine nunca.

lunes, 18 de mayo de 2020

Sobre relaciones (L.Cuendias)



Uno de los mecanismos de compensación de la niña herida en ellas que más se repite es un patrón de hacer, demostrar, actuar, tratar de conseguir ese amor….presentarme al Casting del Amor para que me cojan, para que me elijan…

Muchas creen que todas las personas con las que tenemos una mínima conexión podrían ser el indicado, pero no se trata de otorgarle a alguien ese título basándonos sólo en que tenemos química, sino de permitir que alguien ME DEMUESTRE A MI que es "el indicado".

Yo soy el regalo.

Algunas ideas:

  • Consistencia, confiabilidad y hacer lo que dicen que harán.
  • Te hacen sentir amada, priorizada y segura.
  • Expresan sus necesidades y límites.
  • Te pueden mostrar tu mierda, pero lo hacen con cariño y desde el amor.
  • No te culpan ni te avergüenzan.
  • Te cuidan en el día a día.
  • Están pendientes de ti. Se interesan por ti y por cómo te va.
  • Si cancelan planes o no cumplen su palabra, lo reconocen y expresan su intención de reparar.
  • Sostienen el espacio para ti y tus necesidades y no te hacen sentir como que eres “demasiado” para ellos.
  • Hay vulnerabilidad y hay presencia.
  • La relación te enseña a enamorarte de la calma y reparar tu necesidad de buscar amor.

domingo, 17 de mayo de 2020

Yo soy yo (Virginia Satir)

En todo el mundo no hay nadie como yo.
Hay personas que tienen algo en común conmigo, pero nadie es exactamente como yo.
Por lo tanto, todo lo que surge de mí es verdaderamente mío porque yo sola lo escogí.
Soy dueña de todo lo que me concierne:
De mi cuerpo, incluyendo todo lo que hace; mi mente, incluyendo todos sus pensamientos e ideas; mis ojos, incluyendo las imágenes de todo lo que contemplan; mis sentimientos, sean lo que sean, ira, gozo, frustración, amor, desilusión, excitación; mi boca, y todas las palabras que de ella salen, corteses, tiernas o rudas, correctas o incorrectas; mi voz, fuerte o suave, y todas mis acciones, ya sean para otros o para mí misma.
Soy dueña de mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis temores.
Soy dueña de todos mis triunfos y logros, de todos mis fracasos y errores.
Como soy dueña de todo mi yo, puedo llegar a conocerme íntimamente. Al hacerlo, puedo amarme y ser afectuosa conmigo en todo lo que me forma.
Puedo así hacer posible que todo lo que soy, trabaje para mi mejor provecho.
Sé que hay aspectos de mí misma que me embrollan, y otros aspectos que no conozco.
Mas mientras siga siendo afectuosa y amorosa conmigo misma, valiente y esperanzada, puedo buscar las soluciones a los embrollos y los medios para llegar a conocerme mejor.
Sea cual sea mi imagen visual y auditiva, diga lo que diga, haga lo que haga, piense lo que piense y sienta lo que sienta en un instante del tiempo, esa soy yo. Esto es real y refleja donde estoy en ese instante del tiempo.
Más tarde, cuando reviso cuál era mi imagen visual y auditiva, qué dije y qué hice, qué pensé y qué sentí, quizá resulte que algunas piezas no encajan. Puedo descartar lo que no encaja y conservar lo que demostró que si encaja. E inventar algo nuevo para sustituir lo que descarté.
Puedo ver, oír, sentir, pensar, decir y hacer. Tengo las herramientas para sobrevivir, para estar cerca de otros, para ser productiva, y para encontrar el sentido y el orden del mundo formado por la gente y las cosas que me rodean.
Soy dueña de mí misma, y por ello puedo construirme.

martes, 12 de mayo de 2020

Semana 9

63 días de confinamiento, aunque dentro de la fase 0 que permite salir a pasear. Voy por las mañanas, a pesar de que cada día me cuesta más levantarme, y me centro no tanto en andar, sino en descubrir lo que el mundo tiene para admirar: flores, frutos y espigas. El campo está impresionante en esta época y su variedad es inmensa. Es una pena que la mayoría de toda esa belleza se considere mala hierba y se quiera eliminar a toda costa. Hay mucha ignorancia en el tema botánico, como lo demuestran las podas indiscriminadas de árboles en esta época del año, en plena expansión de la planta. A mí me parece algo criminal.

También hay muchas camadas de gatitos. Ayer la gente de GATA pedía casas de acogida para once cachorros hallados en una perrera. Me he planteado muchas veces ser casa de acogida, tanto de gato como de perro, pero tengo una gata bastante mayor a la que no creo que le hiciera mucha gracia un cambio tan grande en su rutina. Los gatos son bastante rutinarios y lo pasan mal cuando algo les saca de su zona de confort. Supongo que esta es mi excusa para no hacerlo.

Voy necesitando unas vacaciones o un cambio de contexto. Estoy cansada y me siento encorsetada. Necesito que las cosas terminen de fluir. Anoche por primera vez en mucho tiempo sentí que subyacía en mí una gran tristeza. Quizás sea agotamiento mental y emocional por toda esta situación. Estaba tan cansada que me fui a la cama muy pronto. Me he levantado bien y estoy pasando el día de una manera un poco más relajada, como si sostuviese las riendas con más suavidad. Recuerdo un taller de coaching que hice con caballos hace seis años, donde me empeñaba en sujetar con fuerza las riendas de mi caballo, lo cual solamente transmitía tensión al pobre animal. Creo que a mi vida le pasa algo parecido, solo que si realmente llevo las riendas en las manos, no tengo ni idea hacia dónde estoy dirigiendo mi montura.

Estos días han servido para darme cuenta de más patrones asimilados. Ayer leía el libro de Transurfing y me topaba con la culpa. Aún no puedo ponerlo en palabras claras, porque no soy capaz de ver con claridad el patrón, pero me temo que soy prisionera de la culpa, como si tuviese que sentirme culpable por todo lo que suceda, tenga que ver conmigo o no. Creo que en el fondo busco un castigo, porque posiblemente me odio a mí misma. El castigo es solamente una forma de ensañarme con mi persona, juzgándome y castigándome. Pero estoy bastante harta de este comportamiento y quiero cambiarlo. La pena de todo esto es que el trabajo psicológico dura toda la vida y que, seguramente, jamás llegue a solucionar este tema. Al menos puedo conformarme con ser capaz de ver aquello que estaba camuflado.

Estoy muy cansada de la exigencia, de la responsabilidad, de la obediencia, del castigo. Estoy muy harta de ser una sombra, de ser un secreto, de no ser tenida en cuenta, de no ser validada y reconocida. Estoy harta de no reclamar mi espacio, mi poder y mi trono. Estoy harta de actuar como si fuera pequeña, insignificante y merecedora de que la gente me maltrate. Porque yo soy una reina.


miércoles, 6 de mayo de 2020

Semana 8

Desde que compré la melatonina y gracias a la posibilidad de salir a andar una hora diaria, mi vida ha mejorado sustancialmente. Necesitaría hacer ajustes al resto de mi rutina para terminar de conseguir cierta comodidad, especialmente en el entorno laboral. Aunque la mayoría de mis problemas están provocados por mis patrones interiores, algunos de los cuales no era ni consciente de que se estaban dando. Si consigo trabajar en ellos, quizás también pueda mejorar sustancialmente en otros aspectos.

Sin duda, el confinamiento nos está dando grandes lecciones de vida, a cada uno de una manera particularizada y personal. Como eneatipo 6 la mía tiene mucho que ver con la gestión de la incertidumbre, en una situación tan cambiante que es imposible anticipar el futuro. No se pueden hacer planes a largo plazo y los que había han caído irremediablemente todos. Mi horizonte se reduce a días, lo cual casi es una práctica del presente. Ni siquiera me estoy preocupando por la fase 1, cuando mi mayor interés era saber cómo iba a salir a la calle y cómo iba a ir al peluquero. Resueltas ambas inquietudes, simplemente espero a que se desarrollen los acontecimientos.

El estar en el corto plazo no significa que esté esperando a verlas venir todas. Me he apuntado a un curso de la diosa Mari y los elementos, aunque no sea siquiera su momento. De hecho, pareciera que la diosa Ataecina hubiera querido reinar en todo este año, trayendo muerte y transformación. Pero a mí me llama el fuego interior, porque me siento de fuego, me siento arder. Me siento como un volcán que ha dormido durante muchos años y despierta para volcar todo lo que había en su interior.

Mi mayor preocupación, supongo, es intentar liberarme de los péndulos y no crear demasiado exceso de potencial, como se describe en la teoría del Transurfing. Conforme voy leyendo me doy cuenta de la cantidad de potencial excesivo que he generado, porque un poco mi estrategia ha sido la fuerza bruta o el esfuerzo excesivo, creyendo que cuanto más me esforzara por algo, antes lo conseguiría. Y no. La vida parece ser una tendencia al equilibrio, por lo que todos mis esfuerzos han sido en vanos. Al final, pareciera que la vida es fría e inerte.

Intento practicar el desapego, quitándole importancia a las cosas, e intentando no generar emociones demasiado intensas que me capturen y me lleven a sitios indeseados donde ya he estado antes. Pero yo busco la conexión inconscientemente, intento aferrarme, e intento prolongar lo que es efímero. Aprender a dejar ir, aprender a soltar, aprender a que las cosas deben fluir y que nada requiere tanto esfuerzo, tanto sufrimiento, tanto yo. Me cuesta aprender a ver que las cosas deben ser fáciles y naturales, y que debo dejar que las mariposas se acerquen a mí.

Pero es que siento el vacío interior y es tan enorme que temo que me engulla y me pierda. Y me empeño en intentar llenarlo, como si no supiera que es una tarea imposible. No sé por qué me produce tanto desasosiego. Al final lo sencillo es dejarse absorber y caer en la madriguera del conejo blanco. ¿A dónde lleva? Quizás no importa tanto. Quizás lleva a uno mismo.

Supongo que sigo esperando que alguien me rescate, aun sabiendo que no va a venir nadie.