miércoles, 29 de julio de 2020

Querido Pedro

Querido Pedro:

Blanca me llamaba ayer por la mañana para darme la noticia de tu fallecimiento. Parece que te fuiste mientras dormías, y no puedo pensar en una muerte más dulce. Es además una muerte que pega mucho con tu personalidad: tranquila, discreta, y sin querer molestar, como un eneatipo 9. Me conforta mucho saber que ha sido así y que no has sufrido, me da paz.

Quizás por eso llevo bien la noticia. Yo me despedí de ti hace un par de semanas y te encontré tan en paz, que pude aceptar el desenlace sin mayor problema. Dicen que la buena muerte se relaciona con la buena vida, pero no me cabe duda de que la aceptación ayuda a superar el apego a este mundo. Tú habías aceptado tu final y se te veía sereno, en espera de la muerte te llevara. Juraría que eras ateo, pero para mí ahora estás en brazos de la dulce Ataecina que te lleva al otro lado del velo y cuida de tu camino para que no sientas miedo. Esta idea de ir acompañado en el tránsito oscuro también me conforta. Si en cambio ves a Cernunnos, pídele que su canto sea como el de Freddy Mercury.

Y por cierto, te has dado cuenta de que ahora podrás hacer karaokes con Freddy? Te encantaban los karaokes. A mí me llamaba la atención que una persona tan seria y tan correcta tuviera ese gusto. Era como una pequeña concesión al desmadre. Porque siempre estabas en tu sitio, siempre contenido, siempre medido, siempre controlado, siempre manteniendo la distancia con las personas y a raya a los sentimientos. Pero en el karaoke te transformabas y se intuía en ti una pasión reprimida de niño que te hacía parecer más joven y más vital.

Recuerdo una cena de Navidad con karaoke que organizamos Bea y yo para toda la unidad de SIM. Recuerdo que te apuntaste a la lista como Farrokh (yo era Gothikat) y te hice la broma de Farrokhito. Casi me matas, pero en el fondo te hizo gracia. Creo que yo te parecía graciosa. Las cosas que te decía... Era tan franca contigo... Rodrigo decía que a mí me permitías decirte cosas que a otros no, y yo jamás sentí miedo a decirlas por duras que fueran.

Por cierto, no llegasteis a cumplir el trato del karaoke versionando a los tres tenores, mientras que yo os canté "Marinero de luces". Ese año había ganado el PP las elecciones y en el Intermedio escribieron una letra alternativa de la canción "Resistiré" del Duo Dinámico (que curiosamente se ha hecho famosa en el confinamiento del covid), que daba ánimo para soportar los años de gobierno de Mariano Rajoy. Te la cantaron Charles y Alberto y fue un momento muy divertido. Te lo tomaste bien, como siempre.

Como jefe fuiste maravilloso, al menos para mí. A tu lado todos los problemas parecían diluirse y eso daba mucha calma. A veces parecías impasible, como si nada importase. Solamente te vi nervioso en la primera review del proyecto Master que liderabas. Por eso supe que era importante para ti. No sé si otros lo captaron.

Te casaste en medio de las propuestas de una call de ICT del FP7. A veces tenías estas salidas incomprensibles, que para mí eran como un poco de vapor de tu olla exprés interior saliendo por la pesa. Nos dejaste un marrón de cuidado y a Enjuto Mojamuto de responsable.

Pero luego tenías grandes gestos de responsabilidad, como venirte conmigo a la review de MASSIF. Yo no lo necesitaba, porque lo tenía controlado y, además, venía Rodrigo conmigo, pero quisiste venir a apoyarme. Recuerdo que fue mi primera review de coordinación y que estaba nerviosa. El día previo al viaje mi madre insistió en que me tomase un lesatin. Pero en vez de una pastilla de 150gr me dio una de 350gr. No tuve nervios en toda la rewiew porque estaba bajo el efecto de las drogas. Paolo Verissimo vino a decirme que tenía que estar calmada, y yo te pregunté: "acaso parezco nerviosa?". Si estaba drogada!!! De hecho, recuerdo encontrarme contigo en el aeropuerto y avisarte de yo yo suelo dormir en el avión, y caer como una ceporra a tu lado mientras tú trabajabas. Qué vergüenza. Menos mal que no me lo tenías en cuenta.

Y vaya mierda de review que fue: Rodrigo intoxicado por la langosta de la cena, el reviewer español en contra, parando a Ricardo para que su "honor" no nos trajese más problemas... Nos dieron por todos lados, pese a que el proyecto iba bien y la review estaba bien preparada.

Por cierto, que sepas que mientras escribo esto, se oye un quejido fuera de la casa continuo. No sé qué es. Te imaginas que fuera un lobo?

A ti te gustaba hablar de política. Es parte de ese alazo 1 que tenías, que necesitabas cambiar el mundo porque creías que no estaba bien. Por supuesto, tenía que cambiar conforme a tus ideas, las únicas "correctas" . Te definías como neoliberal y suscribías el modelo de Esperanza Aguirre. Estabas empeñado en decir que yo también era neoliberal y yo todo el rato rebatiéndolo. Porque te encantaba debatir, aunque el resto no compartiera tus ideas. Creo que había cierto intento de evangelización, aunque jamás imposiciones o arrogancias. Siempre me han parecido un ejemplo de concordia los debates que teníais en la comida Alberto, Darío y tú sobre la política y la situación del mundo en general. Pero a mí me aburría hablar siempre de los mismos temas, por eso dejé de acompañaros. Por supuesto, mis temas te parecían un horror, aunque te vi preocupado por mí cuando pensaste que quizás había acabado en una secta. O peor aún: un grupo de feminazis anarcas!

Eras pura razón y pura lógica. Quizás demasiado. No llegabas a entender la condición humana y creo que eso te hacía tomar decisiones poco empáticas. La gente te habría seguido a cualquier parte, pero necesitaban algo más de cercanía por tu parte. Luego te sorprendía que yo tuviera más información que tú o que supiera leer a la gente y las situaciones mejor. Creo que eso te intrigaba porque era ajeno a ti. Aun así, me diste la confianza para ser tu segunda, por "emocional" que yo fuera, según tú. El día que me lo dijiste me supo a cuerno quemado, porque para mí ser emocional no significaba tener el juicio nublado o tomar decisiones equivocadas, simplemente tomábamos decisiones desde perspectivas y sentimientos distintos. Y créeme que luego he sido juzgada por otros por ser fría. Para que veas, que el nivel de emotividad es subjetivo. En todo caso, yo procuraba el bien de los proyectos, el grupo y el tuyo, por eso te animaba continuamente a hacer reuniones donde poder aglutinar a la gente. Que mira que te costaba.

Siempre te dije que tú jamás me habrías contratado, porque entonces buscabas fundamentalmente a programadores tipo nerd, que cuadraban con tu idea de candidato válido. De verdad, qué mal se te daba calar gente. Recuerdas a "caballo blanco"? Cantaba la traviatta, no sé cómo no lo viste. Bueno, creo saber por qué: te viste reflejado en él, en su forma de ser, en su traje... Pero nada que ver. Menudo cantamañanas!

En mi caso, yo entré por Aljosa, que entonces era tu jefe. Recuerdo que en la entrevista me dijo que tenía tres grupos: seguridad, media y lo que hoy es sector público, y me preguntó dónde me veía. Yo no me decidí, porque entonces yo venía del hardware y hacía un cambio a la gestión, y me daba igual un sitio que otro. Qué suerte tuve de que Aljosa me pusiera contigo,aunque al principio estuve trabajando directamente con él.

Yo te he sido muy leal, porque te ganaste ese derecho. Incluso era leal cuando me enfrentaba a ti, como esa vez que llegué a dimitir de la coordinación del proyecto WITDOM porque me negué a hacer una cosa que querías: acusar a los socios de la situación del proyecto. No sé si llegaste a entender mis razones. Para mí, los consorcios son mi manada y me gusta cuidarlos a todos. No es Atos y los demás, sino un grupo único, cohesionado y en una misma dirección. Sé que suena idealista, pero es mi forma de entenderlos. Por eso, no podía acusar a otros de la mala marcha del proyecto, porque era yo quien estaba al frente y la responsabilidad era mía, y porque Atos tampoco estábamos como para dar lecciones a nadie. Y salió bien.

También en Driver habría salido bien de haber llevado yo la dirección. Pero no quise participar en ello y te agradezco que no me obligaras a trabajar con alguien a quien no podía someterme. Y, mira, se demostró que yo tenía razón. Siento que tuvieras que dar un paso adelante y llevar tú el peso de aquello. Lo hiciste muy bien.

Despunta la mañana y tengo que despedirme. Solamente quería enviarte esta carta para recordar algunos de los momentos que hemos vividos y para decirte adiós. Nos hemos dejado cosas por hacer, como ese karaoke o ese concierto de Devin Townsend, tendrá que ser en otra vida. No me he cambiado a simyo ni me he comprado el umidigi, y tenemos por ahí unas criptomonedas que no sé qué habrá sido de ellas. Y seguiré votando a la izquierda, por mal que te pese.

Te doy las gracias por todos los momentos que hemos vivido juntos, por los recuerdos que me quedan, por la confianza que me tuviste y por las oportunidades que me diste. Fuiste una persona fantástica y te he querido mucho. Te voy a echar de menos. Nos vemos al otro lado del velo.

Hasta pronto

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