viernes, 7 de agosto de 2020

Ojos azules

Tus ojos azules, inmensos como el océano.

Allí solía perderme para olvidarme de la realidad. 

Allí navegaba en busca de los tesoros que el mundo me negaba. 

Aguas mansas y claras que me entregaban horizontes extensos donde sentirme libre. 

Me hacían soñar con una vida que mi espíritu anhelaba.

Me proporcionaban ideas nuevas, refulgentes y mágicas, como estrellas en el firmamento, que ampliaban mi mente y enriquecían mi visión.

Me susurraban música y poesía, como una apacible nana de sirena en la que poder dormirme y olvidarme de un mundo exigente y áspero. 

Me ofrecían un amor tan dulce y hermoso que ensanchaba mi pecho y hacía palpitar mi corazón... 

... Y, al mismo tiempo, podía perderme entre sus olas salvajes de pasión, elevándome hacia el cielo. 

Me regalaban un reconocimiento sincero que me hacía sentir grande y fuerte. 

Sentía su refugio amoroso y protector, como un abrazo cálido que me envolvía. 

Miraba en ellos y veía reflejada mi alma infantil, llena de inocencia, bondad y alegría.

Yo era en tus ojos, porque me saciaba en ellos, porque calmaban mi alma, porque encendían mi espíritu, porque me hacían ser yo. 

Tus ojos, fragancia marina, profundidad amorosa, sanación emocional. 

Tus ojos, alegría y pasión infinitos. 

Dónde perdí el rumbo que no los encuentro? 

Mi paraíso perdido, mi remanso de paz, tus hermosos ojos azules. 



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