lunes, 27 de enero de 2020

Eurielec revisited



Quería haber llegado con tiempo de sobra para visitar el club y también la Escuela. Hay algo de nostalgia al visitar los sitios que han significado tanto. Antes conseguía evocar mejor los recuerdos, pero ahora me cuesta, quizás porque hay cambios que no se pueden ignorar (¿cuántas indicaciones necesitan para saber que efectivamente se encuentran en la ETSIT?) y porque el tiempo también crea una distancia insalvable.

Salí tarde de casa por la telco de una propuesta en la que me he metido. En qué momento se me ocurrió decir que sí. Está hecha unos zorros y quedan dos semanas para la entrega. "Tenemos dieciséis páginas escritas". Dieciséis mierdas. Aquello parece más un brainstorming que algo que tenga entidad. Estoy un poco harta de dar estructura a todo.

En mi línea, salí con el tiempo justo. Decidí arreglarme un poco para parecer alguien más elegante de lo que soy. Me puse el abrigo rojo y mi jersey verde brillante. Lo que no caí es que la gente suele vestir de azul marino y gris, también negro, con lo cual me destacaba sobremanera entre los asistentes. Hasta que llegó Suso con su sudadera naranja de la ETSIT (yo me la voy a pedir en rosa). Se me ve en todas las fotos. Estoy esperando que Manu envíe las suyas con su súper cámara.

Monté en el coche y me fui a la Escuela. Había olvidado cómo llegar de la manera más óptima y terminé callejeando por todo Valdezarza tirando de una memoria fotográfica un poco deslucida por el tiempo. Está tan deslucida que terminé por aparcar en el edificio B cuando fácilmente podría haber aparcado más cerca. Al menos llegué a tiempo del evento.

Al principio los asistentes estábamos organizados en dos grupos definidos y separados: los del siglo XX (qué dolor de corazón) y los del siglo XXI, aunque luego terminaríamos mezclándonos. Presentaba el evento Fran Barea, un antiguo estudiante de teleco. No había sido socio del Euri nunca ("El Euri", sí, con artículo, por mucho que se empeñen las nuevas generaciones), pero ser de la misma escuela ayuda mucho. Un tipo gracioso y con desparpajo. Y andaluz, tirando de tópico.

El evento se dividió en tres bloques: la introducción institucional, el siglo XX y el siglo XXI, intercalados con fotografías y vídeos de tiempos pretéritos. El primer acto estuvo protagonizado por el rector de la UPM, que es teleco. Estaban con él el director de la Escuela y otro chaval cuyo título desconozco. Lo recuerdo como un trepa de entonces y se ve que ahora debe ser alguien en la Escuela, aunque no sé qué. El caso es que ninguno de los dos intervino demasiado. El rector estuvo gracioso intentando hacer metáforas con el mundo de Hogwarts. Me queda clarísimo que es fan de la casa Slytherin.

Después subimos los representantes del siglo XX. Inicialmente íbamos a ser cuatro personas, pero terminamos siendo cinco porque José Esteban creyó que él también tenía que subir. Bien, porque así contó de dónde había sacado la biblia de San Teleko. Roger y José Antonio acapararon bastante el tiempo, el primero porque era quien mejor conocía el tema de EESTEC, y el segundo porque tiene mucha necesidad de atención. Fue muy pelota con la Escuela, quizás porque está en paro y necesita activar su red. También hay que valer para eso.

A mí me preguntaron principalmente por el hecho de ser mujer en aquél tiempo.  La verdad que éramos pocas, pero no lo recuerdo como un handicap. De hecho, hasta reconocí que ramone que hizo una vez una práctica de programación, pero fue porque se empeñó él, que pensaba que yo no era capaz de hacerla. Programar no me gustaba, pero de ahí a no saber...

El bloque del siglo XX fue muy interesante porque, queramos o no, hemos sido testigos de una gran evolución en las telecomunicaciones. Recordamos que inicialmente no había interfaz gráfica y que, cuando la hubo, la velocidad de carga era lentísima. Una experiencia para la pornografía, que apuntó Roger. Para organizar los eventos, se tiraba de teléfono fijo y de fax, y entonces nada de tratado Schengen que permitiera la libre circulación entre países. Roger recordó que la caída de Ceausecu cayó en plena celebración de un evento y que la delegación rumana de Eurielec fue quedándose por las fronteras porque los iban parando en todas. Serafín contó que ellos vivieron la primavera de Praga y que el presidente de Eurielec simplemente desapareció en medio de los acontecimientos. No se puede asegurar que muriera.

Serafín añadió el toque ético al tema, al recomendar a las nuevas generaciones que reflexionaran sobre el futuro que querían dejar al mundo. Según contó, su primera entrevista fue en una empresa militar que le pedían diseñar una bomba (o algo así) que si explotaba antes de impactar en un edificio, destruía todo lo que había a su alrededor, y que si explotaba dentro, freía a todos los que estuviesen bajo el techo. Él decidió no coger el trabajo y dedicarse a la bioingeniería. Y yo solamente pensaba entonces que bien por su parte, pero que en mi caso seguramente habría aceptado el trabajo. Sé que suena horrible, pero es la verdad. Hace un tiempo una chica me comentó que  le habían ofrecido un trabajo en "Santa Bárbara", diseñando tanques, y estaba con consideraciones éticas, a lo que le dije: "alguien tiene que hacerlo". Igual, sé que es terrible, pero es que dentro de mí habita un monstruo.

El siglo XXI fue menos interesante, quizás porque se enfocaron muchísimo en la organización de los eventos de EESTEC. Aunque chesko contó la anécdota de tres coches cedidos por Ford que colisionaron al tiempo, supongo que por falta de pericia al volante de las personas que los llevaban. Ford jamás volvió a esponsorizar el evento. El tema es que el club se ha pervertido enormemente. En un momento, el presentador dijo: "antes hacíais hardware, luego software...","y ahora venden humo", le dije a José Esteban. El Eurielec se ha convertido en el antiguo Item, club lleno de pijos odiosos carne de consultoría. Pues lo mismo. Es un criadero de trepillas de empresa. El caso es que son entrañables y se han currado todo mucho, pero eso no es ingeniería. Y lo dice una cuyas dotes técnicas son nefastas.

Tras el evento, que fue larguete, tuvimos una recepción a base de canapés. Esto nos permitió relacionarnos más todos con todos y sacar partido al photocall. También habían preparado merchandising, y ya tengo mi taza de "50 años siendo algo más que ingenieros". Porque aquí venden la moto que ser miembro de un club te da un plus en el CV. El presentador vino a decirles que nadie miraba la titulación y, hombre, tanto como eso no, pero quizás es verdad que cuando ves que alguien viene de un club le atribuyes algunas cualidades que otros no tienen. Estas cualidades no solamente se adquieren en un club de la universidad.

Más tarde hicimos una incursión al club para ver su estado actual. Ya no hay terminales en red y ha desaparecido el banco de laboratorio. Dudo mucho que jueguen a algo, aunque parece que las fiestas son memorables. De hecho, tienen un armario con código de seguridad para almacenar el alcohol. Lo que no me cabe en la cabeza es que, siendo tan pijos, mantengan algún sofá tan cochambroso como el que vi. Parece que el tema de la limpieza sigue siendo un reto, aunque parece que se han organizado en turnos.

Cosas positivas de este evento: una noche muy especial; encontrarme con gente a la que tenía muy olvidada y quizás poder participar en un tapeo próximo (aunque por lo que veo, están más interesados en jugar al planets); he escrito a la junta directiva del Eurielec para poder colaborar con ellos en actividades futuras: una workshop de Industria 4.0 y un taller de softskills. A ver en qué queda todo.

jueves, 23 de enero de 2020

Amigo miedo

Hola, miedo, viejo amigo.

Siento tu mano gélida en mi plexo atenazándolo con fuerza, irradiando tu hielo en todas las direcciones de mi cuerpo, paralizándome, como si me estuviese convirtiendo en prisionera de una jaula de cristal.

Hacía tiempo que no sentía tu intensidad tan brutal, lo cual me da una medida de todo lo que se me viene encima o, mejor dicho, de cómo lo valoro. Dije que iría paso a paso, como Beppo, pero no puedo dejar de ver la montaña frente a mí, tan imponente y amenazadora, haciéndome sentir pequeña e insignificante. No voy dando pasos, voy dando tumbos, arrastrada por las circunstancias y con esa falta de fe que tanto me caracteriza. Es lo que tienen carecer de apoyo y la desvalorización crónica.

A veces eres como una losa, pesada e incómoda a mis espaldas, pero tú no me abandonas, como fiel compañero, o tal vez como un parásito, drenándome la vida poco a poco.
Tú me recuerdas que da igual lo que haga, jamás conseguiré nada. Tú me recuerdas que la derrota acecha a cada momento, como un gato jugando con un ratón. Terminará por cansarse del juego y devorarme entre sus fauces. Born to lose. Yo nunca he tenido nada, salvo la herida del abandono.
Todos me abandonan, salvo tú.

Miedo, viejo, amigo, siéntate a mi lado una vez más. Acógeme en tu abrazo y hazme dormir.

miércoles, 22 de enero de 2020

Autosuficiencia

La máscara de autosuficiencia de muchas mujeres, es sólo eso, una mentira que enmascara un profundo anhelo: Entregarse y permitirse su vulnerabilidad. Eso, es intimidad...demasiado desafiante.

La idea de que el empoderamiento femenino se logra  a través de la independencia y esa falsa autosuficiencia, la fuerza, la lucha de poder y los logros materiales o intelectuales, es un modelo patriarcal de poder y aleja al femenino de su Verdad,  de su esencia y de su poder real.

Cuando las mujeres se dejan consumir por su necesidad de estar haciendo y manteniéndose en la cima, se agotan, se secan y se marchitan.

Operamos desde nuestro masculino porque desconfiamos de lo masculino.

Vivimos en la mente y en resistencia a soltar el control.

 No crees que un hombre pueda llegar a ti y realmente  conocerte.

Tal vez tuviste un padre muy autoritario, o la energía masculina de tu madre era abusiva y controladora y te prometiste que jamás te entregarías a ellos. Hace poco una clienta descubrió que era incapaz de tener orgasmos con un hombre, porque inconscientemente, ese o cualquier hombre, representaba esa figura de autoridad a la que nunca se iba a entregar ni volver a dejar entrar. 

 Lo que sucede debajo de esto, es que no confías en tu propio hombre interior, porque precisamente ese hombre interior es la energía introyectada de todas esas figuras-hombre en tu vida y cómo interactuaron contigo.

 No confías en que ese hombre interior, hoy sea capaz de poner los límites para que no vuelvas a perderte en el otro.

 No confías en que ese hombre interior te cubra la espalda. No te sostienes en la vulnerabilidad que supone la conexión profunda con otro.

 No confías en tu capacidad para retirarte cuando ha llegado el momento de alejarse.

 No confías en lo que sucedería si realmente lo recibieras y lo dejaras entrar.

 Así que te mantienes a salvo y en control, pero anhelando intensamente algo más profundo: Tu esencia femenina.

 Tu hombre interior está ahí para protegerte, no para dominar tus relaciones.

 Hasta que confíes en tu hombre interior, lo compensarás excluyendo a los hombres o polarizada hacia hombres que te reflejen lo que aún necesitas sanar e integrar.

Cuando confías en tu energía masculina, te sientes lo suficientemente segura como para entregarte al vacío de la muerte de fundirte con otro, porque sabes que TE TIENES.

La integración de tu propio masculino te permitirá corporizar tu naturaleza femenina de receptividad y apertura.

Cuando tu femenino se sienta seguro para expresarse, magnetizará al masculino hacia ella y él se sentirá atraído por la polaridad femenina, pero no puedes llegar allí sin confiar en él primero.

Que estés bien,
Lorena

Texto:Lorena Cuendias
Ig @mujeralquimia

domingo, 19 de enero de 2020

Eurielec, 50 años


El 23 de enero de año se va a celebrar el quincuagésimo aniversario del club de electronica e informática de la ETSIT, más conocido como "Eurielec" (o "El Euri" para los amigos). Por este motivo la junta directiva actual ha decidido organizar un evento conmemorativo que reuna a varias generaciones de socios para rendir homenaje al club y compartir sus experiencias en el mismo.

Como antigua socia participaré en el evento, algo que remueve e incomoda un poco a mi misántropa interior. Aunque solamente al evento, no a la cena y tampoco a la supuesta fiesta posterior, según he leído en los correos que Diego me ha ido enviando. Organizado por millenials, estoy flipando con los correos. Tengo curiosidad por ver quién asiste, en especial de la etapa en la que participé (entre 1995-2001). Sé que kiki no irá, tampoco lo hará sunico, y galdecoa me ha dicho que no lo tiene seguro. Sí estarán dmatilla (Diego),viti, su hermano, nebur y la gosma. Allí nos conocíamos por nuestro login name. Me vienen nombres que tenía muy olvidados en la memoria: vicepi, max, jant, cex, irenilla, alex, mrwhite, buba, roger, elena, fer, bitxo... El mío era "peke", tomado del pequesaurio de la serie "Dinosaurios", personaje que me encantaba ("tú no mami").

Hay varias actividades previstas, incluyendo un photocall y una exposición de los hitos del club. Por ejemplo, la distribución de Linux Red Hat en castellano creada por fer y bitxo en 1997. Pero lo que más me gustaría ver son las fotos de entonces. Creo que en aquellos años todavía usábamos carrete. Al menos recuerdo dos fotos mías: una con un jersey azul brillante mirando a cámara y otra vestida de "nazarena" de San Teleko, con un capirote de cartulina negro y una guía de las páginas amarillas a modo de biblia. Aquel San Teleko fue genial, con José Esteban haciendo de profeta del santo. ¿Habrá fotos del santo?

Jherraez ha dado mi nombre a los organizadores, indicando que yo era una socia muy activa, y me han propuesto hablar sobre mi experiencia entonces. He aceptado, más por mí que por ellos, en ese ejercicio personal de darme a la gente que intento realizar.  Pero yo no he formado nunca parte de la junta directiva, y durante mucho tiempo me supo mal que no me eligiesen como socia vitalicia. De hecho, ahora comprendo que muchas de las fricciones que tuve entonces tienen mucho que ver con mi instinto "transmisor", pero entonces no lo sabía. Creo que dmatilla tiene más que decir que yo.

El organizador me ha dicho que me harán una serie de preguntas no comprometidas para que hable sobre mi vivencia. Y me he puesto a recordar aquellos años para tratar de recomponer los fragmentos:

  • Como club de electrónica e informática, podría decir que usaba mucho el banco de electrónica laboratorio para las prácticas (teníamos hasta osciloscopio), pero no es cierto. Apenas lo usé un par de veces. Creo que también intenté estudiar allí alguna vez, pero era complicado.
  • En cambio, recuerdo las partidas del scorch, del doom y del quake. A mí me gustaba jugar para liberarme del estrés de los estudios, y me gustaban los juegos de disparos. A veces jugaba en "modo dios", lo que me permitía atravesar las paredes e ir de un escenario a otro sin superar los niveles. Ramone me lo echaba en cara porque decía que jugar así no era real,  a lo que yo le replicaba que tampoco era real que tuviésemos que matar alienígenas. Eso sí, jugábamos tanto que a veces nos movíamos por los pasillos como si delante tuviésemos una mira de disparo, y torcíamos las esquinas haciendo movimientos "manhattan".
  • Una vez jugué al tute con jherraez y creo que alguien intentó que jugase a rol, pero no cuajó.
  • Teníamos clubes "amigos", como el Ícaro (el club de espeleología), el Antena (el club de cine y fotografía, del cual también fui socia), el club de rol, y el Delta (el club de música). En cambio "odiábamos" a los IEEE. El club deportivo también estaba en nuestro pasillo, aunque lo visité poco.
  • kiki fue tesorera durante un par de años. En ese tiempo el club tenía dinero de sobra, que sacábamos fundamentalmente de la venta de cartuchos de tinta y de latas de refrescos a un precio muy competitivo. Entonces no se impartían cursos, ahora juraría que sí lo hacen y conceden créditos por ello.
  • Estábamos registrados como proveedores en una tienda de informática y teníamos como contacto a nuestro socio mas memorable: Ataulfo Chilindrón Pérez-Pi, una identidad ficticia que nos servía para todo. En aquella tienda nos hemos montado unas pedazo de torres de flipar. 
  • Recuerdo a Alex perenne en los ordenadores. Daba igual cuando bajases, allí estaba él. A veces se le olvidaba comer y yo no entendía que alguien pudiera pasar sin comer algo en todo el día. De hecho, sigo sin entenderlo.
  • Configuré mi cuenta para que al logarme sonase la sintonía de los muppets. Es una sintonía que me parece graciosa y alegre. En cierta forma es una música que me define mucho, al menos a una parte de mí bastante escondida: infantil, pequeña, y un poco acidilla.
  • Cuando dejábamos los ordenadores sin cerrar, entrábamos en la cuenta de la persona y enviábamos flores, que significaba que enviábamos un correo a una cuenta llamada "flores" donde ridiculizábamos a la persona,  y ese correo llegaba a todo el mundo. Eran correos cortos del tipo "Hola, soy fulano y soy tonto". Creo que esto era lo más suave que se llegó a escribir. He de decir que, gracias a esto, jamás me he dejado la cuenta del curro expuesta.
  • A Ramone una vez le cambiamos el fondo de pantalla, poniendo un tío en bolas en una piscina, el cual era bastante visible al logarse. En otra ocasión le abrimos una cuenta en una red de citas, los precursores del Meetic y el Tinder, y creamos un perfil muy surrealista. Pues aun así el tío recibió mensajes de mujeres que querían conocerlo, y yo flipaba mucho.
  • Recuerdo a ramone "mugiendo". Literalmente.
  • El club se encargaba siempre de decorar a San Teleko en su festividad, que solía ser a finales de año, y también organizábamos competiciones de Doom y Quake en red. Quedábamos pronto en el club y kiki y yo llevábamos chocolate con churros para todos, y luego echábamos una partida en red antes de empezar. Creo que siempre ganó mrwhite.
  • Cada cierto tiempo organizábamos "grompfs", que eran una especie de meriendas donde nos poníamos ciegos  y la gente hacía mezclas extrañas, como sandwiches de nocilla con pepinillos.
  • Tuvimos dos mascotas oficiales. Una se llama Pancho, un hammster que tuvimos durante un tiempo, hasta que alguien se dejó abierto el terrario y el ratón escapó. Hay leyendas de que vivía en las alcantarillas de la escuela. A Pancho lo traje a casa alguna vez a pasar el fin de semana. Era monísimo. Le compramos una bola para caminar y la poníamos en el pasillo de clubes para que el bicho se moviera. Adorable. Para mí fue una desgracia perderlo.
  • La segunda mascota era Juanillo, el estudiante eterno, como si no quisiese acabar la carrera. Era de los más antiguos del club y de la escuela por edad. Teníamos la sospecha de que era sus padres estaban forrados y la idea de que acabaría como parte del museo de la escuela. Iba siempre con fotocopias de apuntes de todos los años y hacía comparativas entre unos y otros. Se volvía loco a sí mismo.
  • Las "viejas glorias" eran lo más loco del mundo. No puedo comparar todas, pero creo que era la generación más perjudicada de todas. Ellos estaban marchándose cuando entré yo. Los conocí en mi primer día en el club. Yo no era socia todavía pero bajé al club invitada por Diego. Yo solamente recuerdo una conversación de brito sobre llegar a la luna con una escalera que tendía que haberme ayudado a irme y no regresar. Pero volví y me quedé. Quizás yo también estaba un poco loca. De hecho ¿cuánto hace que no se me va la olla como entonces? Jo, echo de menos mis idas de olla.
  • En el 98 usamos el club para ver las retransmisiones de los partidos del mundial de Francia. Teníamos televisión, sofás y sillas, bebidas, patatas y a los colegas. ¿Qué mejor manera de ver los partidos?
  • En los atentados del 11S, dmatilla, kiki y yo fuimos al club a seguir las noticias no tanto por la televisión sino por los canales del IRC, donde se contactaba directamente con las universidades de EEUU.
  • En un tiempo el euri compartió espacio con el radioclub. Fue poco lo que recuerdo, pero de ahí aprendí a deletrear como la gente de radio, o sea, Alfa-bravo-charlie-delta...
  • El euri también contenía a la asociación EESTEC, que organizaban reuniones con sus homólogos europeos. Personalmente no me aportaban mucho. Un año tuvimos una representación del nodo finlandés. Decían que una de las chicas sabía español y, como queríamos hacer un cotilleo sobre ellos, buba me retó a decirlo lo más rápido que pudiese para comprobarlo. Todavía recuerdo la cara de la chica al no pillar ni una sola palabra y las felicitaciones de buba. Una digna hija de mi padre, jajaja. 

Son grandes recuerdos para mí. Casi parecen de otra vida. Si me preguntan, el club para mí fue sumamente importante durante mi vida universitaria. Me dio un espacio de ocio en medio de la vorágine de los estudios, un lugar donde esparcirme y respirar, y me dio algo parecido a una familia. Siempre que voy a Teleco, que no es nada frecuentemente, hago una visita para recordar y para reencontrarme con el lugar. Soy una nostálgica. Espero no llorar el aniversario.

viernes, 17 de enero de 2020

La creación de un fantasma

Quizás era aquella una de tantas de muchas despedidas que vendrían después. Él puso una vez una fecha de caducidad: cinco años, como una profecía o como una promesa, y el plazo ya había vencido.

A ella le dolía en el alma, pero no iba a decir nada al respecto. No iba a tratar de influir, no iba a montar un escándalo, no iba a tratar de cambiar nada. Lo dejaría ir, se lo dejaría a Mari, para que sus vientos lo llevaran.

Ella se quedaba con su pena, como tantas veces. Nada que no hubiese sentido antes, pero no por eso resultaba más fácil. Por eso le costó retener alguna lágrima rebelde que consiguió expresarse.

Ella se quedaba atrás en el rincón de la memoria donde los recuerdos mueren y desaparecen.

martes, 14 de enero de 2020

Cierres

Debería afinar mi línea de la vida un poco, porque empiezo a sospechar que se repite un patrón cada enero. Y es que pareciera que en esta semana concreta, a finales de la segunda semana y principios de la tercera de enero algo sucediese. Puede ser un viaje a Tokio, o un viaje a Roma, el fallecimiento de mi abuela, el comienzo de un trabajo, un abandono...Nuevamente se presenta el cierre de una etapa y el comienzo de una nueva. Y qué curioso: dos años y medio después de que todo empezase.

A partir de mañana dejo mi cargo como responsable de la oficina de gestión de proyectos para centrarme en la dirección de medioambiente, agrifood, industria y espacio. Tengo un reto enorme por delante de hacer crecer este área. No puedo negar que estoy acojonada, aunque me salva el deadline de la propuesta del jueves, que me obliga a pensar en el corto plazo más que a quedarme paralizada por lo que se me viene encima. Creo que todavía no soy muy consciente de dónde me he metido, y quizás sea mejor así.

La pregunta natural que me hace mucha gente es si me hace ilusión. No precisamente, pero tampoco es que yo me ilusione naturalmente por las cosas, es como si no tuviese capacidad de entusiasmarme con nada. En parte tiene que ver con que me centro más en todo lo malo que puede pasar en vez de en lo bueno, y eso me quita mi capacidad de disfrutar. Es como si hiciese las cosas porque es mi obligación. Aún no he hecho nada en la vida que fuera algo que realmente quisiera yo por pura elección. Pero claro, para eso uno tiene que saber qué quiere en la vida, y no es mi caso. Nunca lo he sabido.

Cómo envidio a la gente que tiene las cosas claras en su vida y lucha por ellas. Hay algo heroico y poético en entregarse a lo que uno quiere, en luchar por lo que uno quiere, independientemente del resultado. Pero yo tampoco tengo esa capacidad de desapego del resultado. Porque entregarme, me entrego mogollón, aunque no sea mi causa, pero tengo baja tolerancia a la frustración. Así que mi sino es sufrir. Hasta que me harte.

Cierro un ciclo, y creo que no lo hago todo lo bien que me gustaría. Me voy con cierta distancia por los últimos acontecimientos del año pasado, marcados especialmente por el desencuentro con una persona que creía mi amiga. No consigo reparar la herida en mi interior y solamente me apetece borrarla de mi vida. El cambio de puesto lo va a facilitar y creo que lo voy a permitir. Me voy también con cierto hastío de comportamientos infantiles, inmaduros y de gente malcriada. De esto seguro que encuentro en todas partes, pero serán otras personas. Esta vez voy a intentar volver al antiguo modelo, creando una distancia. Mejor que te teman a que te tomen el pelo.

Anticipar no me ayuda nada.

miércoles, 8 de enero de 2020

Especies bandera

Las noticias que llegan desde Australia son escalofriantes, aunque ha llegado un punto en el que no sabes si toda la información es correcta. Ayer leía que las autoridades habían pedido a los veterinarios que sacrificasen no solamente a los animales gravemente heridos en los incendios, sino también a los lactantes, considerando el esfuerzo que supone su cría y las escasas posibilidades de introducirlos en estado salvaje en el futuro, no sé si por la pérdida de habitat o por la aclimatación al ser humano. Si consideramos fuentes que hablan de que se ha perdido un 95% de koalas, creo que cualquier esfuerzo es necesario para salvar a la especie de la extinción a la que parecen condenados.

El sacrificio, por tanto, me parece una aberración, aunque no es algo exclusivamente de los humanos. También leía que los zorros voladores habían empezado a dejar caer a sus crías lactantes para poder buscar alimento. Es una forma instintiva de considerar que no es un buen momento de destinar recursos a una generación que tiene pocas posibilidades de salir adelante. Me parece durísimo, pero ¿qué sé yo de la vida de los zorros voladores? En realidad, ¿qué sabemos de ninguna de las especies y de sus estrategias de supervivencia? Es la ley del más fuerte, la adaptación, pero también la arrogancia del ser humano de creer que es más inteligente que la propia madre naturaleza, interviniendo donde quizás no debe porque empeoraría más la situación. Y quizás hay especies que deben desaparecer, por doloroso que ese pensamiento me parezca.

Paz me hablaba de Dios (Siete) como de un ser que creaba diseños y les proponía experimentos. Con los resultados de esos experimentos, introducía modificaciones. Cuando el diseño no le valía o se había cansado de él, lo quitaba de enmedio. Quizás Siete ha considerado que los koalas no son ya necesarios en este mundo, al igual que otras especies que están sumamente amenazadas. Sí, muchas de ellas sufren el impacto directo de la acción del hombre, pero la naturaleza no recibe simplemente esta acción: evoluciona conforme a ella. Puede que estemos en un momento en que la naturaleza concentra recursos en aquello que le parezca más beneficioso.

En el chat de la tribu hoy había una especie de discusión al respecto iniciada por mí, y que se la van a cargar los que están en el eneatipo 1 por su intolerancia y su creencia de que  son los poseedores de la verdad absoluta, como si acaso tuviesen una información privilegiada de la que carecemos los demás. Me molesta esa forma de ser fanática. La discusión venía precisamente por mi pregunta de si la Diosa podría cargarse a los koalas. Los que se han ido al 1 han empezado a hablar de la acción del hombre, como si la Diosa no tuviese poder suficiente para cargarse el planeta entero y sus especies si le diera la gana. ¿La Diosa es equilibrio? Sí, pero no solamente es la cara buena de la naturaleza, también es la destrucción y el caos; es la madre nutricia, pero también la desnaturalizada. No veo por qué los koalas van a tener más privilegios que otras especies. No veo por qué ella no va a poder destruir sus propias creaciones cuando así sea Su Voluntad. Es fácil echar la culpa al hombre, está bien saber que podemos hacer mucho por proteger la tierra, pero es Su Voluntad la que se va a cumplir, porque Ella es Todo.

Y se ha habla mucho de los koalas. De hecho, en todas las redes sociales hay una mayoritaria presencia de fotografías e historias de koalas. Que conste que me encantan, como animales preciosos, apachurrables, adorables. Pero ¿qué pasa con el resto de las especies? Pareciera que no se ven afectadas por los incendios. He visto alguna noticia sobre kanguros y sobre zorros voladores, pero ¿qué pasa con los wombats, las zarigüeyas, los equidnas, por ejemplo? Nadie habla de ellos.Y mucho menos de especies menos agraciadas a ojos humanos, como reptiles e insectos. Quizás es que los koalas se ven más afectados. Nuhmen dice que los koalas son la especie bandera de Australia, como en España lo es el lince. Lo usan como una forma de visibilizar el problema, una especie de reclamo publicitario, aunque obviamente hay más especies amenazadas. Creo que sería bueno darles también su espacio para darnos cuenta de la magnitud del problema. No olvidemos que vivimos en una cadena trófica y que lo que pasa en un escalón tiene impacto en todos. El futuro de Australia es negro, y no solamente por las cenizas.


viernes, 3 de enero de 2020

Esfuerzo desmedido

Le contaba ayer a Anet que para este año había decidido tomarme el trabajo con más calma. De momento he delegado una gran parte a Susana, lo que me permitirá ser más transversal y dejar que ella cargue con el grueso del grupo. Por otro lado, voy a trabajar menos horas para poder llenar mi día con otras actividades que me aportan personalmente. Voy a cumplir mi parte, por supuesto, pero no voy a cargar con la responsabilidad ajena,por mucho que eso perjudique al grupo. Ni voy a asumir el extra, ni me voy a sentir responsable, ni me voy a sentir culpable, ni me voy a sentir mal si las cosas no salen, especialmente si no dependen de mí y yo he hecho lo que estaba en mi mano.
Voy a empezar a asumir que hay muchas cosas que están fuera de mi control, muchas de las cuales saldrán mal, y que eso no significa que sea peor persona, incompetente e irresponsable. Voy a tener la humildad de aceptar que no puedo garantizar resultados y mucho menos a mi costa.
Porque esto es lo que yo solía hacer.

Hasta ahora.

Ayer me di cuenta de todo el daño tan brutal que me había causado con esta forma de abordar el mundo. Siempre me he sentido tan insuficiente, tan incapaz, que he intentado compensar mis carencias con una sobredosis de esfuerzo. Si algo requería 50, yo hacía 120 para poder garantizar el resultado, porque no confiaba en mí y en mis posibilidades, porque no me creía capaz de lograrlo. He sido así con todo en mi vida: los estudios, el trabajo, el bebé, el amor...Me he machacado viva para poder alcanzarlo y me he comportado de una manera despótica, despiadada y cruel conmigo. Todo por y para el resultado, sin considerar cómo me sentía o cuánto me estaba drenando. El resultado era mi obligación, no mi premio (¿Cuál era el premio?) Y ni siquiera me he permitido celebrar los logros, aunque quizás no había nada que celebrar. ¿Acaso no sentía odio y repulsión por todo aquello que me costaba tanto esfuerzo y lágrimas?

He soportado tantísimo. ¡Qué capacidad de aguante y sacrificio! Cuánta energía despilfarrada que podría haber sido aprovechada de una manera más positiva y fructífera. Mi vida y mi persona valen mucho más que cualquier título, ascenso, resultado, bebé o afecto. Siento muchísimo haberme traicionado de esa manera, de haberme maltratado de esa manera. Solamente puedo pedirme perdón y tratar de no caer nuevamente en esas actuaciones. Ojalá pueda conseguirlo. Me merezco todo lo mejor.

miércoles, 1 de enero de 2020

Hello 2020


"No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno. Ése es un pensamiento mágico, infantil, utópico.  
Te deseo que te animes a mirarte, y que te ames como eres.  
Que tengas el suficiente amor propio para pelear muchas batallas, y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar.
 Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables, y que hay otras, que si corres del lugar de la queja, podrás cambiar.  
Que no te permitas los "no puedo" y que reconozcas los "no quiero". 
Te deseo que escuches tu verdad, y que la digas, con plena conciencia de que es solo tu verdad, no la del otro. 
Que te expongas a lo que temes, porque es la única manera de vencer el miedo. 
Que aprendas a tolerar las "manchas negras" del otro, porque también tienes las tuyas, y eso anula la posibilidad de reclamo. 
Que no te condenes por equivocarte; no eres todopoderoso.  Que crezcas, hasta donde y cuando quieras. 

No te deseo que el 2020 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir"

*Que la felicidad sea el camino, no la meta...*.

(Texto de Mirta Medici, psicóloga argentina)