Sin darme cuenta me he plantado en el día 84 desde que empezó mi confinamiento. No sé si debo seguir contando hasta que llegue a la fase cuatro o parar, decidir cuándo es el día cero para mí, no cuando otros lo decidan. No es que pueda hacer todo lo que me apetece o podría llegar a hacer, pero puedo hacer bastante. La libertad es un estado interior.
Lo que más echo de menos es viajar. Quisiera subir a la sierra, ir al pueblo, explorar otros lugares. Me muero de ganas por recuperar el mundo y hacerlo mío. Tengo hambre de horizontes. En previsión, me he alquilado una habitación en un pueblo de Navarra. Ojalá pueda ir. Quiero encontrarme con Mari, la Señora del Anboto, aunque no tengo claro en qué manera. Tampoco quiero planificarlo demasiado, porque con Ella nunca se sabe; es más de encuentros fortuitos e imprevistos. Tengo muchas ganas.
En realidad en mi interior hay una fuerte pulsión por expandirme. Quiero salir, quiero moverme, quiero irme de fiesta, quiero viajar...Quiero. Quiero muchas cosas. Tengo hambre de experiencias y de novedades. Tengo necesidad de crear algo distinto. Pero interiormente me encuentro en lucha conmigo misma, porque existen fuerzas que se oponen a esta necesidad. Es la antigua parte de mí que se resiste a morir. Porque tengo claro que voy hacia una nueva versión de mí misma, la cual solamente será posible si renuncio a lo antiguo.
Astrológicamente está todo muy revuelto. No es solamente Venus retro, es Marte en Piscis y la triple conjunción Plutón-Júpiter-Saturno que parece que hayamos olvidado. Pero Venus retro tiene mucho que ver con reflexionar sobre el deseo, sobre lo que queremos y lo que no. Porque nosotros cambiamos y con nosotros nuestras prioridades y nuestros deseos. Y ya no me vale cualquier cosa. Porque estoy trabajando en mí, en mi autoestima y en mi merecimiento. Y yo merezco tanto y tan bueno...
Mi parte espiritual está un tanto resentida. No es por la Diosa en sí, sino por sus representantes. Me siento un poco estafada con la segunda espiral. La excusa es la necesidad de hacer la formación en presencial, que seguro que es importante, pero echo en falta un seguimiento, una atención, un cuidado. He visto cosas en torno al grupo que no me han gustado. No soy solamente yo: hay hermanos que ven las mismas cosas chirriantes en el grupo. La mayoría calla, porque supongo que sabemos que no hay sentido de la autocrítica, pero el silencio nos desapega y nos lleva al olvido. Ahora mismo puedo vivir sin el grupo perfectamente porque no me aporta nada.
A cambio he encontrado de casualidad un pequeño grupo. A Cuervo y a mí se nos ha unido Helen, y ahora hablamos prácticamente todos los días, no necesariamente de temas paganos, sino más mundanos. Aunque Helen me ha enseñado a hacer oleatos y me va a enseñar a hacer champú y desodorante natural. Estoy deseando que podamos juntarnos.
A veces me descubro siendo una cínica por temas que plantea Cuervo. No quiero ser una aguafiestas pero es que hace cosas que me flipan. Que conste que yo haría lo mismo si me pasara a mí, pero estoy tan escamada de ciertas situaciones, que no puedo evitar verter mi pesimismo en su vivencia. Supongo que ahí entran en juego mis creencias limitantes y, la verdad, es que soy muy pesimista y descreída. ¿Cuánto hace que no siento ilusión por las cosas que hago? Es que Cuervo parece una adolescente, mientras que yo he envejecido en el corazón y en la mente. Es trágico llegar a ese punto. ¿Existe retorno? ¿Se puede volver a ser como una adolescente, como una niña?
Veo las noticias de EEUU y son terribles. Intento no ver las noticias porque me ponen mala y no necesito eso. Yo haré lo que pueda hacer y con lo que me pueda comprometer, pero no voy a pelear por todas las causas, porque no todas las siento como mías. Y ahora llega la parte en que me pongo políticamente incorrecta o racista, a saber. Que ser blanco es un lujo, no lo duda nadie, pero depende de qué tipo de blanco seas. No todos los blancos somos iguales y no tenemos los mismos privilegios. A ver si tengo yo acaso los mismos privilegios que el presidente del gobierno o del rey. Para nada. Está claro que en ciertos contextos tengo un privilegio por ser blanca. Siempre he dicho que todos somos racistas, o mejor dicho, a todos nos da miedo lo que es diferente. Porque eso es el racismo: miedo. Así que sí, lo negro tiene peor venta, y no solamente en el mundo humano, también en el animal: los gatos y los perros negros son los que menores posibilidades de adopción tienen; los gatos negros se considera que traen mala suerte, etc.
Pero de ahí a que yo pida perdón por ser blanca va a ser que no.
Estoy viendo unos vídeos donde un chico negro pide a una chica blanca que se arrodille con él y pida perdón por sus privilegios. ¿Hola? Ni de coña, vamos. Puedo sentir mucho tu situación y puedo ayudarte a luchar por conquistar el mundo, pero no me vas a hacer sentir mal por ser blanca. Yo no tengo nada por lo que disculparme. O así lo veo.
He visto un vídeo de una entrevista de Mohammed Ali donde recordaba su infancia preguntando a su madre por qué todo era blanco. Y me parece lógico que él no se sintiera reflejado en la imagen que el mundo le devolvía, donde se cuestionase su valía solamente por ser negro. Eso es erróneo, pero también el hecho de hacerme sentir vergüenza por ser blanca.
Esto me recuerda a aquella vez que Ariel me preguntó si no me sentía mal por los muertos indígenas a manos de los españoles en la conquista de América. Pues mira, no, no me siento mal. Que Castilla lo hizo mal, pues seguramente, pero no me siento heredera de aquello ni parte implicada. Así que yo no voy a pedir perdón ni a fustigarme.
Seguramente me estoy perdiendo algo con estos temas, algo que no termino de comprender, pero no voy a sentirme mal por ello.
También veo muchas muestras de adhesión al movimiento negro con hashtags como #BlackLivesMatter. Y sí, efectivamente, importan. Pero como las de todos los demás. Y siento que la intención es buena y noble, pero me chirría muchísimo. Así que no, no me he adherido.
O esos vídeos en los que manifestantes blancos se ponen delante de negros frente a la policía para protegerlos "ejerciendo su privilegio". ¿Qué privilegio? ¿Creen que un policía no golpearía a un blanco solo por serlo? Dale motivos al policía y verás. Aunque estoy de acuerdo en que a los negros les pegarían antes.
No sé, quizás todo este movimiento sirva para algo. Los astrólogos predijeron hace tiempo que este año iba a ser crítico para EEUU. Creo que se produce el retorno de Saturno y eso siempre es complicado.
Más curiosidades astrológicas para cerrar el post: La última vez que Saturno estuvo en Acuario fue la revuelta de Rodney King en LA en el 92. La última vez que Plutón estuvo en Capricornio fue durante la revolución americana. Neptuno estaba en Piscis cuando cayó el imperio Romano. Tenemos a los tres en las mismas posiciones ahora. Precioso.