Y ¿ahora qué? No tengo ni idea.
No sé cómo he llegado hasta aquí y creo que no importa, ya no. Aunque me pregunto en qué momento de la vida empecé a tomar las malas decisiones que me han traído a este momento.
No tengo planes, ni metas, ni objetivos, salvo morir algún día.
Mi vida está vacía y carente de sentido.
Nada a lo que aferrarme, nada que me ate a este mundo, nada que me impulse hacia adelante.
Nadie que se esfuerce por mí. Como te ven fuerte, creen que no necesitas apoyo o consuelo. Es la mejor excusa para la inacción, para no involucrarse. No solamente no soy importante, me vuelvo a sentir abandonada.
Nada de lo que haga va a servir para nada importante, así que para qué molestarme, para qué esforzarme.
No hay nada para mí en el futuro, pero sigo viva inconcebiblemente.
Como una ameba.
Es absurdo.
Como yo.
No sé cómo he llegado hasta aquí y creo que no importa, ya no. Aunque me pregunto en qué momento de la vida empecé a tomar las malas decisiones que me han traído a este momento.
No tengo planes, ni metas, ni objetivos, salvo morir algún día.
Mi vida está vacía y carente de sentido.
Nada a lo que aferrarme, nada que me ate a este mundo, nada que me impulse hacia adelante.
Nadie que se esfuerce por mí. Como te ven fuerte, creen que no necesitas apoyo o consuelo. Es la mejor excusa para la inacción, para no involucrarse. No solamente no soy importante, me vuelvo a sentir abandonada.
Nada de lo que haga va a servir para nada importante, así que para qué molestarme, para qué esforzarme.
No hay nada para mí en el futuro, pero sigo viva inconcebiblemente.
Como una ameba.
Es absurdo.
Como yo.
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