martes, 5 de marzo de 2019

Hogar

Hay cosas que no cambian, por más que busques un nuevo punto de vista desde donde mirarlas.
Hay cosas que no llegan, por más que te esfuerces.
Una bofetada más. Crees que estás acostumbrada, pero duele el golpe.
Cómo duele el ego. Cómo duele la renuncia.
Llorar es una resistencia por apego a algo que querías.
La experiencia de la negación.
Te empeñas en creerte de seda, pero eres de rafia.
Un secreto, algo vergonzoso.
El recuerdo continuo de tu carencia de valor.
Dar sin medida, sin dignidad. Vaciada. Deplexión.
Es momento de replegarse al interior, donde está el hogar.
El hogar no es un lugar, no es una persona. El hogar es un sentimiento, soy yo misma.
Un hogar de rafia, de fiemo, de escoria, pero hogar.
El hogar es refugio, es cobijo, es apoyo, es sanación.
En soledad, en aislamiento.
Como el fantasma que soy.

1 comentario:

  1. Hogar.

    Según la RAE, la palabra actual proviene del bajo latín "focāris", adjetivo derivado de "focus", fuego. Significa por tanto, "relativo al fuego" o "perteneciente al fuego".

    Una traducción más interpretativa o actual podría ser "donde el fuego".

    La etimología remite al fuego, al calor contra el frío.
    El consejo que nos da la palabra, por tanto, es: busca el fuego, busca el calor.

    Fuerza y Salud
    R.

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