sábado, 9 de marzo de 2019

8M2019


Hacía mucho tiempo que no iba a una manifestación. Posiblemente la última a la que acudí fue una en defensa del lobo hace un par de años. Tampoco pensaba asistir a la de ayer, no porque no considerara que no fuese importante, sino porque a veces me empano en la rutina y no veo más allá de lo que esta me ofrece. Me pasa que pierdo visión perspectiva general de las cosas. Entonces alguien me preguntó si iba a asistir y me sacó de mi ceguera parcial.

Fui con mi madre, que sabía que esto le iba a apetecer. Las brujas de la Espiral habían organizado también el día desde por la mañana, ya que ellas iban a hacer huelga, y podría haberlas acompañado. Pero es que tienen un toque radical que no me termina de convencer, así que ni me planteé llamarlas para unirme. Y eso que iban literalmente vestidas de brujas, lo cual tiene un toque interesante, aunque no soy yo de destacarme demasiado.

Mi madre y yo en un santiamén nos plantamos en la estación de cercanías de referencia para ir a Atocha. Había bastante afluencia en la estación, aunque no como en otras manifestaciones multitudinarias a las que he asistitido. Recuerdo la manifestación contra la guerra de Irak, con los vagones del cercanías tan llenos que casi no se podía respirar. Quizás fuera por la hora, no sé. El caso es que los vagones iban cargados, pero no resultaba insoportable. El tren avanzaba también muy lento, y tardamos más de lo habitual en llegar a la estación.

En Atocha estaba el final de la manifestación, a la que se iba sumando cada vez más gente. Mucha gente había. Muchas mujeres, por supuesto. Muchas chicas jóvenes, lo cual me parece muy esperanzador, pero también muchos hombres, que me pareció precioso. También había niños y bebés, que a mí me parece un riesgo innecesario por el peligro que suponen las mareas humanas. Algunos incluso llevaban carritos, vamos, la mejor idea para una manifestación. En fin...son sus hijos.

Muchas consignas, muchas pancartas. Me fascina que la gente dedique tiempo a estas cosas y que consiga hacer cosas hasta resultonas. Es que a mí estas cosas no se me ocurren, y tampoco tengo la habilidad para hacerlas. Eso sí, las frases se repetían bastante. "Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar", "Somos las reinas del tablero", "Lo contrario del feminismo no es el machismo sino la ignorancia", etc. A mí me gustó uno que decía "Somos más resistentes que un Nokia 3310".
Más adelante escucharía a niñas pequeñas, de unos 7 años, gritar consignas feministas que, si bien pudiera parecer bonito, no deja de ser una especie de adoctrinamiento. Es algo así como el que se puede hacer con los niños y los equipos de fútbol, que les haces aprenderse ciertas frases que repiten sin saber bien de qué están hablando. Que conste que me encantaría que cualquier niña y cualquier mujer conociese sus derechos, los reivindicara y los peleara, pero esto, en particular, me chirrió bastante.

En Atocha no se podía avanzar, pero yendo por los laterales, mi madre y yo conseguimos llegar a la calle Atocha, que estaba más despejada. En otras manifestaciones masivas, esta calle habría estado desbordada, pero no aquí. La delegación del gobierno ha informado de 375K personas en la convocatoria, que es bastante de todas formas. Tendríamos que haber subido por el Paseo de Recoletos, pero decidimos desviarnos por la calle Atocha y llegar a la Gran Vía. Es como hacer trampas, lo sé, pero me agobia tanto estar entre la multitud...Es verdad que si no estás entre la marea, la sensación es diferente, como pasa con los conciertos, pero yo prefiero salvaguardar mi integridad física y mi espacio personal (si es que soy tan territorial...). El caso es que al llegar había mucha gente, pero la cabecera de la manifestación todavía no. Se les escuchaba llegar a la lejanía, acompañados de música y de gritos. Al llegar a nuestro punto volvimos a tener multitud, y decidimos que no íbamos a llegar a Plaza de España, donde finalizaba la marcha. El resto lo seguí por Twitter, que estaba bastante activo.

No sé, a mí me pareció una experiencia bonita. Podría haberla vivido más intensamente, es verdad, pero resultó así. 

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